miércoles, 20 de mayo de 2015

EL FUTURO: ENTRE LA DECISIÓN Y EL AZAR (Charla de Clara Aguilar) III

EL CAMINO DE LA VIDA: LA SELECTIVIDAD
Llega un momento en nuestra vida en que se nos ponen delante de nuestros ojos multitud de caminos, todos hacia un mismo destino, el futuro. Son caminos muy diferentes y a veces sorprendentes, como el que tomó en su día Clara Aguilar. El camino de Clara era un camino de ciencias, un camino que le abría la puerta a cosas que hasta entonces el sistema educativo no le había enseñado, la investigación.
Con la investigación, se inicia un nuevo proceso en nuestra vida, un proceso en el que la enseñanza ya no es guiada y los alumnos se mueven por su propia motivación, por el deseo de aprender cosas nuevas de conocer aquello que desconocemos. 
Y ese será probablemente el fallo de nuestro sistema educativo, el fallo de un sistema que se centra en un aprendizaje memorístico y que relega a un segundo plano asignaturas como PII en las que se fomenta la motivación del alumno y el autoaprendizaje. De un sistema que envía a los alumnos de matrícula a carreras como medicina, olvidándose de cuál es realmente su motivación. De un sistema en el que se prima al alumno que es capaz de memorizar la lista de reyes godos pero es incapaz de sintetizar la historia de estos o elaborar un exposición sobre la historia, sin memorizar una sola palabra. Al final, el sistema se resume en un solo examen, en un examen en que vale igual la memoria que el aprendizaje real, una selectividad que decide nuestro futuro y nos cierra los caminos a los que podemos optar y con él los profesores que se ciñen a un programa y nos cierran la enseñanza participativa pues lo único válido es aprobar los exámenes, sin contar lo que hemos interiorizado.
En definitiva, estamos en un sistema caduco que sigue anclado en un educación de premio y castigo que se olvida de lo que son capaces los alumnos y de sus gustos y nos hace centrarnos en lo que nuestras notas y nuestra capacidad económica nos deja hacer, pues en ella más vale recitar un poema ante toda la clase que ser capaz haber comprendido en qué consiste la guerra civil española y una simple plantilla es capaz de corregir la redacción de un comentario de texto. 
Pablo Edo
Esta última charla ha servido para mostrarnos la historia y experiencia de una antigua alumna de nuestro instituto, pero más bien ha servido para hacernos reflexionar sobre nuestro futuro y de que todo este dependerá de las decisiones que vayamos tomando. Ella quiso mostrarnos que hay tres decisiones fundamentales que marcarán nuestro futuro, la primera ya la hemos pasado que es la elección de qué rama escoger en el bachillerato, la mía fueron las humanidades porque en mi caso a pesar de que se me dan muy bien los números aborrezco las ciencias y me apasionaban la historia y la filosofía. A lo largo de este bachiller me he dado cuenta de que la historia me apasiona y de que mi interés por ella va en aumento cada vez más. Así que mi segunda gran decisión la tengo más que clara que es la carrera que voy a estudiar, y si todo va bien y me esfuerzo duramente podré llegar con ilusiones y preparación a la que será nuestra tercera gran decisión que sería el qué hacer tras haber superado la carrera. Esta decisión la tomaré en su momento y me la tomaré con calma, pero sea cual sea mi decisión yo creo que siempre y cuando esté satisfecho y orgulloso de lo que hago siempre será la correcta y por muchas adversidades que puedan sucederme todo se puede arreglar, solo hay que mirar a la vida con entusiasmo.
Samuel Ortiz 

lunes, 18 de mayo de 2015

EL FUTURO: ENTRE LA DECISIÓN Y EL AZAR (Charla de Clara Aguilar) II


A estas alturas, y además en las fechas en las que nos encontramos ahora, como a las que nos enfrentaremos en poco tiempo, estamos viviendo momentos de tensión, agobio y mucho estrés. Estamos ante la recta final que decidirá nuestros estudios y realmente tampoco sabemos lo que nos espera de verdad. Siempre vienen bien charlas como estas, en las que te dicen que no es tan difícil, que hay que estudiar mucho... Pero en este caso, Clara Aguilar nos contó su experiencia personal con todo lujo de detalles. Lo que más me llamo la atención de todo lo que nos dijo es que a parte de ser una experiencia, de cultivar el futuro y de hacer lo que realmente quieres con el propósito de hacerlo el resto de tu vida (aunque no siempre es posible), también tiene aspectos contrarios, que existe la competitividad y el egoísmo, y que cada uno mira por si mismo. Esto fue algo que me hizo pensar. Así pues, la charla de Clara me pareció muy útil y fue muy amena ya que ella, desde mi punto de vista, lo hizo verdaderamente bien, ayudándonos y advirtiéndonos de todo lo que nos puede pasar cuando empecemos la universidad de una manera muy natural, haciendo por otra parte, sentirnos partícipes de su propia experiencia.
Marina Tortajada

La charla de este último viernes será recordada con nostalgia. 
Un curso tan largo, lleno de baches, semáforos en ámbar y algún que otro profesorpolicía tocapelotas, pero sobre todo lleno de presión, ese sentimiento tan asqueroso que a veces (en los peores momentos) hasta se llega a notar físicamente, es como si una especie de palitroque imaginario hiciese fuerza sobre nuestra nuca impidiéndonos pensar en cualquier otra cosa que no sean integrales, Platón, la Segunda República y chuminadas varias.
Los viernes a penúltima hora, para mí, eran el tubo de escape, un momento en el que, sí bueno tenías que tomar apuntes y estar al tanto de lo que pasaba, pero era una desconexión tal, que hasta te olvidabas de que estabas en clase. 
Aunque después de la escueta hora y pico de la que disponemos había que volver a la vida real y seguir con los supergratificantes deberes y exámenes que te llenan la vida de “alegría”.
En realidad supongo que si me ha gustado tanto esta asignatura ha sido porque en cierto modo soy un alumno de letras atrapado en el cuerpo de uno de ciencias, pero bueno, la vocación es la vocación y si algo se quiere hay que luchar por conseguirlo. La chica que vino a hablarnos el pasado viernes era un ejemplo de ello, a primera vista podía parecer la clara imagen de la inseguridad, pero una vez más (como casi siempre) me equivoqué, resultó ser una muchacha muy decidida en lo que buscaba, en lo quería llegar a ser, sin cerrarse demasiadas puertas para estar al tanto de la actualidad y poder escoger entre las elecciones que más le pudieran interesar. Se puede decir que de esta charla he aprendido que una cosa es inseguridad y otra es no desechar oportunidades.
Si es cierto que, en este segundo de bachillerato, se decide la mayor parte de lo que vamos a ser en un futuro, sin duda alguna es una etapa -entre tantas- que va a marcar nuestras vidas, y por ello decidirse por lo que uno quiere y por lo que uno está dispuesto a luchar es esencial. 
Hay varias dudas que pueden asaltar como:¿Ay dios mío no sé qué hacer, si me gusta todo?; o bien: Pero si no me gusta nada, ¿qué voy a hacer?, son las típicas preguntas que, de tanto oírlas por ahí, te darían ganas de soltar un soplamocos al pesado/a que las repite hasta la saciedad, sin embargo, desde mi punto de vista, creo que la solución es bien fácil: haz lo que te haga feliz, cualquier cosa, no importa si se cobra más o menos, si se requieren más o menos horas de esfuerzo. 
¿Eres un alumno de diez pero te gusta bailar ballet? Ale pues a bailarín y aquí no ha pasado nada, ni vas a ser menos ni más que nadie, a la larga lo agradecerás. En un futuro es muy probable que te encuentres en un “curre” que –vulgarmente dicho- “ni fu ni fa”, en el que lo único que quieres es que se pasen los días rápido para tener un domingo de fiesta (eso sí cobrando dos mil euracos al mes y teniendo un mes de vacaciones al año, menudo lujazo). Pero no pararías de preguntarte el qué podría haber pasado si hubieras apostado por ti mismo, si no te hubieras conformado con la solución más fácil, si hubieras luchado por tu sueño. En realidad aunque los bailarines cobren una miseria, o incluso tengan que trabajar y esforzarse más horas de las que se les paga, sería un trabajo que harías a gusto, y sí, vivirías más humildemente, pero vivirías feliz, y tarde o temprano te darás cuenta de que no es el puñetero dinero el que trae la felicidad, sino el encontrarse a gusto con uno mismo y con lo que uno hace.
Por ello debemos dejar a parte las cuestiones del dinero y de las salidas laborales, y centrarnos en aquello que de verdad, que realmente, estamos dispuestos a mover cielo y tierra para conseguirlo, aunque en el camino nos dejemos sudor, lágrimas y puede que algún riñón del esfuerzo, parece duro, pero sin duda –ya os lo puedo asegurar- será lo mejor que hagamos en la vida.
Alejandro Abad

Cuando nos referimos a futuro ¿qué expectativas tenemos? ¿es algo muy lejano? Se podría definir como ¨tiempo¨, tiempo suspendido, tiempo por planificar, tiempo liberado, nuevas expectativas, nuevas posibilidades de abrirse al mundo, algo que vemos muy lejano y que ni siquiera nos lo planteamos hasta el momento en el que nos toca tomar las decisiones apropiadas; El pasado y el futuro no llegan a coincidir nunca, pues el futuro es algo impredecible y volátil, justamente la incertidumbre del futuro nos permite pensar en que existan posibilidades diferentes a las actuales a pesar de las restricciones y los límites que se nos anteponen. Nos encontramos quizás, en uno de esos momentos en el que debemos forjar y modelar nuestro futuro, poner nuestro sentido común, cerrar nuestros ojos, suplantar la imaginación y dejarnos llevar, hacer lo que realmente nos gusta,lo que queremos ser el día de mañana. Es indudable que es un proceso muy complicado, pues por nuestra cabeza rondan día a día multitud de ideas, de sensaciones y a la vez de contradicciones que nos oscurecen el camino, nos llenan de limitaciones que intentan alargar el proceso, pero al fin y al cabo es algo irremediable.
Sí que es verdad que existen multitud de personas que son fijas en sus ideas, pues parten de un deseo y lo persiguen de forma prolongada, pero también es verdad que la incertidumbre es el sentimiento más abundante de estos momentos, el no saber qué hacer, en
qué puedes destacar como persona y a la vez como profesional,en qué puedes sentirte a gusto con uno mismo, y obtener los propósitos iniciados. El miedo también es uno de los sentimientos más abundantes, el miedo a fracasar, a no escoger la carrera universitaria apropiada, a no conseguir nuestras expectativas que nos llevarán a una frustración prolongada, pero todo está en reflexionar, en encontrarse a uno mismo, en no guiarnos por nada ni por nadie, al fin y al cabo es nuestro futuro, algo que nos negamos a mirar, algo que lo vemos como algo muy lejano pero a la vez próximo y que tenemos miedo de acercarnos a él, de adentrarnos y de no saber que nos deparará. Las cosas nos pueden cambiar de forma instantánea, es el azaroso tiempo el que nos tiene en sus manos, el futuro, nuestra proyección del presente 
Sonia Delgado

Y de repente tenemos que empezar a tomar ese tipo de decisiones que van a marcar nuestras vidas de una forma u otra. Decidir lo que quieres, o lo que crees que quieres hacer tras finalizar segundo de bachiller no es una tarea fácil. Sin embargo cuando por fin decides los estudios que vas a comenzar tras esta etapa y pasan esos cuatro o cinco años de carrera universitaria, vuelve del pasado para seguir perturbándonos ese y qué hago ahora. 
Sin embargo, esta pregunta nos va a seguir acompañando el resto de nuestros días, llevándonos a través de unos caminos u otros y formando así nuestra vida. A veces, esta cuestión nos hará tomar decisiones, que con el tiempo, veremos que han sido equivocadas, o que no es lo que nosotros esperábamos, ya que normalmente tendemos a idealizar las cosas y después la verdadera realidad nos rompe todos los esquemas. Sin embargo, estas ‘’malas decisiones’’ no tienen porque concebirse de forma tan catastrófica, porque nos irán aportando nuevos puntos de vista, nuevos conocimientos o la posibilidad de conocernos mejor a nosotros mismos.
Sara Jáñez
El pasado viernes vino a nuestra clase una antigua alumna del centro a darnos una charla sobre las decisiones y el futuro, en concreto de su futuro, y nos hizo reflexionar sobre nuestro futuro y su versatilidad ya que en estos días esas decisiones que nos toca tomar sobre nuestro futuro académico o laboral marcarán nuestro porvenir en la vida. Pero no siempre nuestro futuro depende de las
decisiones ya que por muy bien planteado y pensado que tengamos nuestro futuro el azar constituye un factor importante y muy decisivo, por eso no debemos de cerrarnos y rechazar cualquier cambio o venirnos abajo ante el primer obstáculo que se nos interponga en nuestras ideas y proyectos de vida, sino que hemos de aceptarlos y seguir hacia adelante buscando la forma de alcanzarlos ya sea trabajando, renunciando a otros sueños, ya que cualquier obstáculo es sorteable y si de verdad queremos alcanzar las metas que nos hemos fijado sabremos cómo sortearlos o si no sabemos seremos capaces de averiguar cómo. Pero nunca debemos de ver estas decisiones tan importantes desde la distancia y con despreocupación ya que suponen un paso hacia adelante en nuestra vida y por suerte o por desgracia no podemos volver hacia atrás, así que todas aquellas decisiones que tomemos tienen que ser meditadas y pensadas teniendo en cuenta todos los factores que puedan intervenir ya que nunca va a ser todo como queremos pero sí que está en nuestra mano el hacer que se parezca a lo que deseamos.
Sergio Nuevo
Nuestra formación educativa es una constante elección, sobre todo en Segundo de Bachillerato. Este curso es clave para la elección del camino que tomará tu vida profesional en el futuro. La elección de los estudios superiores no es fácil y a lo largo del curso, aunque lo tengas decidido desde hace tiempo, surgen dudas sobre si la carrera que vas a cursar al año que viene es la acertada, si te acabarás dedicando a ello o si te dará la nota para entrar a ella. 
Mucha gente, eligen sus estudios superiores acorde con las salidas profesionales. Pienso que la carrera universitaria son estudios que deben hacerse por vocación, porque realmente te gusta o, al menos, eso crees. Aunque elijas una carrera sin apenas salidas laborales, lucharás por tener el trabajo que siempre has deseado tener. Los mejores profesionales han triunfado en su trabajo porque realmente les gusta lo que están haciendo, tienen vocación, y con ella son capaces de innovar, crear cosas nuevas.
Personalmente, he elegido una carrera en función de mis gustos, porque al fin y cabo, es lo que te vas a dedicar, probablemente, el resto de tu vida.
Andrea Fidalgo

sábado, 16 de mayo de 2015

EL FUTURO: ENTRE LA DECISIÓN Y EL AZAR (Charla de Clara Aguilar) I

Durante el transcurso de los años, el ámbito académico de nuestras vidas nos ha llegado prácticamente establecido. Realmente es en 2º de Bachillerato donde comenzamos a tomar las primeras decisiones trascendentales en la vida. La interacción de dichas determinaciones con la suerte individual de cada uno, constituirá nuestro futuro. Si hay algo que permanecerá inmutable a lo largo de nuestro camino, son las dudas e inquietudes, que ralentizarán el proceso de elección pero, al mismo tiempo, ampliarán nuestros horizontes y posibilidades. En numerosas ocasiones, el impacto de la cruda realidad con el mundo idílico que solemos plantearnos a la hora de tomar decisiones, nos hará sentir frustración e impotencia, pero aportará objetividad y madurez a nuestros próximos actos, hasta tal punto, que llegará un momento en que la realidad y nuestras pretensiones configuren una misma línea. Finalmente, durante la evolución de nuestras vidas, lo verdaderamente importante reside en la felicidad que nos otorga desempeñar el papel que deseamos en la sociedad y en aprovechar al máximo todas y cada una de las experiencias enriquecedoras que se nos ofrecen.
Julia García
Muchas son las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida y muchas otras se nos imponen sin nosotros haber deseado eso. 
Cuando tenemos la opción de elegir algo hay gente que en seguida sabe lo que quiere, desde el primer momento ya tiene en su cabeza una imagen, no mil.
Otros, en cambio, somos unos indecisos, nunca sabemos qué camino escoger de todas las posibilidades que se nos aparecen. 
En este caso, no es elegir una muñeca, ni una mascota, ni un libro. En este caso, elegimos parte de nuestro futuro, damos un paso considerable hacia lo que vamos a ser, a lo que vamos a trabajar. 
Desde pequeños tenemos sueños, pues nos preguntan qué queremos ser y les contestamos: “veterinaria”, “yo, princesa”, “quiero ser astronauta”, “pues yo presidenta”... pero con el paso del tiempo maduramos, y uno que quería ser astronauta, al final decide hacer astrología, la que quería ser princesa acaba siendo azafata, enfermera, profesora... Después de selectividad daremos un gran paso y algunas personas aun no tienen seguro lo que quieren estudiar ¿criminología?, ¿derecho?, ¿astrología? ¿y si estudio artes escénicas? Pero sería tan bonito salvar animales... ¿y qué me dices de estar rodeada de libros toda tu vida?
No soy la más indicada para decir que tenemos que decidir ya, pues hay mil cosas que quiero hacer, y mil más que quiero saber. Es verdad que nos tenemos que decantar por algo, para poder estar estudiando eso durante cuatro años (por lo menos), por lo que hay que elegir algo que verdaderamente nos apasione, algo que nos dé cosquilleos en el estómago y, aparte, podemos leer libros de astrología, o podemos trabajar en un zoológico y podemos también hacer fotografías y audiovisuales si ese es nuestro hobby.
Aunque vayamos a estudiar una carrera concreta, no tenemos por qué dejar todo lo demás. Todo se puede complementar, todo se puede hacer, si es lo que de verdad quieres.
Tamara Pérez

lunes, 4 de mayo de 2015

Entrevista a Arturo Elena

El 10 de abril tuvimos el placer de entrevistar por teléfono a Arturo Elena, ilustrador de moda que, desde Teruel, escaló puestos hasta llegar a donde está hoy, trabajando para firmas tan importantes como Custo Barcelona o Victorio & Lucchino.

Siendo un tema reciente, ¿qué opinas sobre la nueva legislación francesa que va a controlar el IMC de las modelos?
Pues bueno, que teniendo en cuenta el objetivo de lo que se pretende con esa legislación me parece muy bien que se persiga la salud, pero yo no soy quien como ilustrador para estar muy interesado por la masa corporal de una modelo real. Yo lo que hago es ilustración de moda y la ilustración de moda, es decir, la esencia de la ilustración, sea de moda o sea de lo que sea, es un dibujo creativo. La esencia de ese arte es crear cosas que no son reales, con lo cual las reales no las tengo en cuenta para nada.
Preguntáselo a un fotógrafo a ver qué piensa, o a una madre de alguna chica que esté metida en problemas de anorexia, que es lo que se pretende cortar de raíz con este asunto. Pero vamos, por deciros algo, os he de decir que tengo más de una amiga modelo, comen como limas, o como tres de vosotras, de las que no sufren de ningún tipo de enfermedad de ese tipo. Yo soy una muestra. Yo tengo 57 años y mido 1.92, peso 84 kilos y me tengo que cortar de comer ciertas cosas, porque llega un momento en el que tampoco puedes abusar de la comida. O sea que tan malo es no comer como comer mucho, o comer mal.

¿Crees que tu técnica de rotuladores sobrevivirá al paso del tiempo?
Pues hombre, no lo sé si sobrevivirá. En el momento en el que esté muerto ya me dará igual, yo mientras esté vivo y me gane la vida con ello, con eso ya estaré satisfecho. Luego pues bueno el tiempo decidirá si soy "merecedor" de estar ahí, en la historia de la ilustración. Mientras esté vivo no es algo que me preocupe. Mientras que yo tenga trabajo, es decir,  no es que vaya de sobrao pero después de muerto ya qué más me da.
De todos modos tampoco lo veo muy positivo estar pensado que puedas o no formar parte de la historia de la ilustración. Lo que me importa es el hacer cada vez mejor mi trabajo, y creo que eso es precisamente lo que hace que el mundo se fije en ti y te tenga en cuenta,  el haber hecho un buen trabajo y un trabajo de calidad, pero en mi terreno y en cualquiera.

¿Cuál es tu opinión respecto al feminismo?
Pues del feminismo como del masculinismo, como del machismo o de cualquier ismo, que suponga una "valoración extrema" de lo que es la virilidad o el machismo o lo que sea, opino que no debería existir. Ni el feminismo ni el machismo. Creo que el mundo debería darse cuenta de que una mujer es otro ser, simplemente con otra configuración física que la de un hombre pero es un ser humano, que cualquier mujer que sea machista pues lo mismo que cualquier hombre. Por muy machote que sea no va a ser más valioso que otro que lo sea menos.

Si no hubieras sido ilustrador de moda, ¿a qué crees que te hubieras dedicado?
Pues creo que es una pregunta que me han hecho más de una vez y una cosa que, con la que me divierto y me he divertido siempre desde pequeño y que creo que debe ser muy divertido también,aunque  hace falta un esfuerzo como decía antes para ganarte la vida con ello sería el ser actor. Y yo digo que lo veo divertido porque, poder estar cambiando de personaje, de escenario y todo eso,  tiene que ser una maravilla. De todos modos digo que yo lo veo desde una perspectiva exterior a la profesión pero que desde dentro hay que verlo, que no todos los actores tienen un Oscar, no todos trabajan con los mejores y por tanto para ser un buen actor, tienes que relacionarte, hacer un buen trabajo y hacer un grandísimo esfuerzo. Pero vamos, me hubiera gustado mucho ser actor, la verdad, si no hubiera sido esto.

¿Qué piensas de los estereotipos hombre/mujer actuales?
¿Descritos cómo qué?

En el sentido, que tú has recibido muchas críticas por cómo has plasmado a la mujer.
Ah, ¿a esto te referías? La verdad, perdonad por ser seco, pero ahondar tanto en este tema, en la imagen real de un hombre o una mujer... Que yo haya podido recibir críticas a las cuales siempre respondo que, la verdad me sorprenden. Que yo tenga crítica por el trabajo que hago, exponiendo como fondo el tema de la forma física de una modelo o de una persona real, me parece increíble. El mundo yo creo que es inteligente, y que cuando ve un dibujo, está viendo el dibujo, y cuando ve una foto, de una modelo real anoréxica está viendo una foto del mundo real.
Entonces, la ilustración no es el mundo real. Es absurdo que se esté cuestionando mi trabajo y ahondando tanto en él. Parece ser que os preocupa mucho mi relación con el mundo respecto al tipo de imagen que yo creo, de cómo veo el mundo, cómo percibo el mundo, cómo enfoco el mundo. El trabajo que yo hago... Ya está visto, ya sabemos todo el mundo que no todo el monte es orégano, que todo el mundo no es igual de inteligente pero yo quiero pensar que sí. Yo quiero pensar que el mundo cuando ve mi trabajo lo está haciendo como un dibujo. Si yo voy al museo donde está el cuadro de Picasso de La Guernica y veo un toro con los ojos uno arriba y otro abajo, no voy a coger y porque yo soy un torito joven, voy a querer tener un ojo arriba y otro abajo. O cuando veo un muñeco de Pokémon, a Pikachu o alguno de estos, yo no voy a estar con el temor de que mi niño o mi niña quiera ser un Pokémon y quiera ir a cortarle un bracito a un primo para tener seis brazos o cuatro ojos. O que si yo veo una ilustración de Arturo Elena, y yo soy una  niña de 16, o de 20, o de 30, o de 50 (que piensa que las hay de esa edad con ese problema),  no voy a ver una imagen del cuerpo de Arturo Elena ni voy a querer tener 60 cm de cuello, 2m de pierna o 1m y medio de cuerpo, porque no son personajes reales.
Os he de decir que mi trabajo lo hago partiendo de fotografías reales, que es algo que siempre digo. Yo el trabajo no lo hago de cabeza. Es imposible hacer sombras, luces y perspectivas y que una figura humana, sean cuales sean sus proporciones, quede armónica, sin tener una imagen real delante. Está demostrado, en las escuelas de Bellas Artes, que para coger dominio de la figura se parte de un cuerpo real que está  en el estudio, y se van haciendo figuras, la gente con su estilo, en el lienzo o en el papel.
Yo cojo y por divertimento hago los personajes partiendo de una imagen real. Quiero decir, yo los estilizo, pero en las imágenes que parto, en ninguna hay una chica anoréxica, porque yo tampoco las quiero hacer anoréxicas; yo las quiero hacer excesivamente alargadas. Entonces, insisto, me he extendido tanto para que quede claro que este tema no me interesa en absoluto.

Al comenzar, ¿te imaginabas que llegarías tan lejos como has llegado?
No, y creo que quien empiece pensándolo... Bueno, puedes tener ilusión. Yo lo que recuerdo es que tenía ilusión por poder llegar a estar en el trabajo. De momento ya me sentía satisfecho, a los 19 años al tener ya un contrato en una empresa para trabajar como asistente de diseño, que es un paso antes de ilustrador de moda, que es lo que más te apetece. No depender de mis padres, estar en Barcelona... Estaba encantado de la vida y no pensaba ni querer ser un súper diseñador que siempre tiene poco tiempo, ni tener una posición mejor, ni nada.
El llegar a donde estoy, que para mí tampoco estoy en la meta o en el techo de mi carrera... Yo de momento pienso en mantenerme.

¿Alguna vez has deseado haber permanecido en el anonimato?
Bueno, no creas, tampoco soy tan personna. O sea, mi trabajo es muy conocido en todo el mundo, pero personalmente, físicamente, no me reconocen. La gente sí que me dice que tengo que dejarme ver, estar en los sitios, en Instagram, en Facebook...Me dicen que a la gente le gusta verte; así estás diciendo al mundo, "mira esta firma o tal otra me tiene tan en cuenta que me invita a esto o a lo de más allá". Pero no es una constante, no estoy presente en todos los sitios, básicamente porque no puedo, porque a veces el trabajo lo impide o porque vivo en Zaragoza y a lo mejor me invitan a Madrid y no puedo.
Por ejemplo, el miércoles voy a ir con un amigo porque es encantador e inaugura un nuevo taller y quiero apoyarle. Pero tengo que ir, sobre todo cuando es una firma para la que estás trabajando que te invita, te paga los gastos...
Igualmente, como no salgo habitualmente en estos eventos, hay mucha gente que no sabe quien soy. Habitualmente voy por los sitios y veo que aún puedo disfrutar de cierto anonimato.
Además, a mí me conoce la gente que está metida en este mundo o que le gusta. Pero hay mucha gente que, por ejemplo, no sabe la diferencia entre un diseñador y un ilustrador. Y vamos, voy a comprar y la gente ni me señala ni nada, y desde luego es de apreciar; el no estar bajo esa presión.

¿Hay algún diseñador para el que prefieras trabajar especialmente?
No tengo uno en concreto, tengo muchos. Además, tener en cuenta que me debo a los clientes, entre los cuales se encuentra más de un diseñador. Decir uno en concreto sería, de algún modo,  menospreciar a los otros... Claro, de mis preferidos, pues: Tom Ford, Yves Saint Laurent (que ha fallecido), y bueno, Valentino, Gucci, y muchas marcas. En España también, a Victorio & Lucchino, les estaré agradecido toda la vida porque fueron casi mis padrinos, Angel Schlesser... pero luego están diseñadores como Antonio Burillo (que además es paisano y está en un auge absoluto). Es de las pocas firmas españolas que tiene gran repercusión internacional, y no lo ha hecho en plan bombazo, actrices están usando su ropa... Pero vamos, que al final te das cuenta que en España no hay ninguna firma "de Hollywood" como lo es Chanel, que viste a gente como Jennifer Lawrence, Taylor Swift etc.
Pero bueno, que no me gusta una firma en un concreto; me gustan muchas.

Para ti, ¿qué es la belleza?
Bueno, la belleza....Hay un diccionario que la define perfectamente. Sobre gustos no hay nada escrito. La belleza para cada persona está en diferentes parámetros. Es decir, lo que para ti puede ser una cosa bella, para otra persona es indiferente o puede no encontrarlo siquiera atractivo. Pero bueno, obviamente para mí, teniendo en cuenta mi trabajo, la belleza está por ejemplo en los cuadros de pintores clásicos como Velázquez, Raphael Mengs o de ilustradores como René Gruau o Stefano Canulli.
Para mí la belleza estaría en el escalofrío que me entraba cuando veía un cuadro de alguno de estos pintores clásicos que os decía, como Velázquez por ejemplo, donde de lejos estás viendo un tul, un encaje de terciopelo, o un metal o lo que sea, y te acercas y te das cuenta de que realmente solo son dos o tres pinceladas magistrales para conseguir una transparencia; para conseguir los brillos de una piedra preciosa o un metal. Para mí aquello lo era todo: belleza, maestría y un algo por lo que siempre he tenido respeto.
Pero eso, que yo creo que la belleza puede estar para cada cual en varios factores, que no son los mismos para todo el mundo. Depende de la perspectiva con lo que lo vea cada uno, de lo que haya vivido etc.

Damos las gracias a Arturo Elena por concedernos media hora de su tiempo y explayarse tanto en sus respuestas, por no negarse a contestar a ninguna de las preguntas que nos habían surgido.