Las instalaciones destinadas al reciclado del aeropuerto contaran con una inversión de 120.000 euros, el primer avión preparado para su desguace es un Boeing 747 de Air France, que lleva en el aeropuerto desde principios de año.
La plataforma tiene unas dimensiones de unos 12.000 metros cuadrados, un suelo especial (pluvial) el cual impide el traspaso de líquidos a el suelo para así evitar la contaminación del suelo, por los los vertidos que puede desprender el avión al desmantelarse.
La plataforma está dividida en dos zonas: una para la descontaminación y desmantelamiento de los aviones y otra para la clasificación, valoración y almacenamiento de las distintas piezas obtenidas del avión, esta zona cuenta con una superficie de una de unos 2.400 metros cuadrados. La zona de desmantelamiento se realizará al aire libre y tendrá tomas de luz, aire comprimido, alumbrado, agua y sistema contra incendios, necesarias para conectar las herramientas necesarias.
Alrededor de un 85% de un avión puede ser reciclado o bien reutilizado por otro avión, las piezas de los motores, la cabina del avión y el tren de aterrizaje son las piezas que se pueden usar como repuesto para otra aeronave, el resto de piezas se clasifican en distintos contenedores y esperan su retirada por expertos autorizados para su valoración y gestión.
Nave principal del aeropuerto de Caudé. Foto propia |
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