miércoles, 25 de febrero de 2015

Vivir en otra realidad

Terraza.
La literatura se puede definir como cualquier trabajo escrito, e incluso hablado o cantado. Sin embargo, cuando pensamos en literatura nos referimos a la escritura que posee un mérito literario. La literatura crea un espacio diferente de esas cuatro paredes de tu habitación que te aprisionan sin compasión. La belleza se encuentra en cada frase, palabra, letra de un texto. Y esa belleza ya no es que se encuentre en la tapa del libro, que lo resguarda, ni en el tipo de letra que utiliza, sino que la belleza se encuentra en el hecho de cómo puede hacer que tu cerebro circule en confluencia con él. En este caso lo bello es algo muy abstracto, ya que depende de lo que le guste a cada persona. Muchos son los que no saben apreciar ni sentir esa belleza que te envuelve de pies a cabeza. ¿Por qué? La literatura te va arropando poco a poco con sus frases enrevesadas o sencillas, la puedes sentir oliendo las hojas de papel, ese olor que nunca eres capaz de definir. La puedes escuchar con acompañamientos de sonidos musicales. La vas sintiendo en cada rincón de tu cuerpo, pues pone la piel de gallina, agita el corazón, provoca que tus ojos se llenen de un líquido transparente que te acaricia las mejillas y acaba cayendo en un profundo mar, crea una mueca en tu cara que hace relucir unos dientes perla.
La literatura es un arte maravilloso, es el arte de hablar, de escribir, es un arte que te transporta donde tu quieras y como quieras si escribes, o puede ser un arte que te lleva donde quiera si lees. La literatura la podemos encontrar en cada poro de nuestra piel, pues creamos letras que forman sílabas, sílabas que forman palabras, palabras que forman frases, frases que forman textos, textos que forman libros; creamos letras de canciones acompañadas con instrumentos y recopilamos la historia de nuestro entorno para crear leyendas fantásticas de ese lugar. Si escribimos podemos ser hasta dioses, pues creamos una realidad alternativa, imaginando personajes, paisajes, monstruos...
La literatura es bella se encuentre donde se encuentre. La podemos ver en un trozo de pared, en una habitación que escupe frases a tinta por el techo o en una fachada de alguna que otra casa. Se puede ver en nuestra piel, ya sea en un periodo de tiempo o para siempre. Ahora se puede ver la literatura también en pantallas (móviles, libros electrónicos, ordenadores...). No obstante, los bibliófilos suelen preferir algo tan antiguo como las palabras plasmadas en un papel. En verdad, tampoco sabemos exactamente el porqué, tal vez por la manera en la que el texto está estructurado en el papel, el hecho de que prestamos más atención, o puede que por la opción de doblar una página con los dedos, el sonido de pasar página, la posibilidad de subrayar o la sensación que da a nuestro cuerpo leer en papel y tinta. El caso es que si a un bibliófilo le das elegir entre un ebook o todos los libros en papel que quiera, elegirá la segunda opción.
El esplendor de la literatura se observa cuando empiezas a pensar qué poder escribir. Cuando escribes, mil cosas pasan por tu cabeza; sin embargo sabes elegir las apropiadas para que tus escritos cobren sentido y desencadenen sentimientos diversos a los demás. Cuando pones una frase, en tan solo unas 27 palabras puedes originar llanto, risa o estremecimientos. Cuando escribes un texto puedes hacer que gente se identifique contigo. Cuando te dedicas a escribir un libro, si lo leen, las personas se evaden, se sienten en otro mundo que jamás imaginarían. 
A un escritor lo definiría como un Dios. Crea una realidad alternativa, con personajes y paisajes que salen de su imaginación. Puede que nosotros tan solo seamos un libro más de una infinidad escritos por esas divinidades capaz de dibujar el carácter psicológico y físico de la persona. 
A veces no deseas la compañía de un ser vivo, sino que deseas encerrarte en casa o irte al campo con un buen libro y estar horas y horas leyendo hasta que dejas de distinguir la realidad de la ficción, dejas de pensar en lo mal que te ha ido el día y empiezas a crear un mundo que en el momento que lo estas leyendo es tuyo, te pertenece. La gracia de los libros es espectacular y podríamos escribir hojas y hojas. Sin embargo, nos vamos a centrar en las leyendas.
Tanit. A. Martínez.
Las leyendas, según el diccionario son relatos fantásticos o parcialmente históricos que la tradición ha ido elaborando. Pero... ¿cómo definiríamos las leyendas desde el punto de la belleza? Las leyendas son trocitos de nuestra historia que se han quedado en nuestra mente por lo que nos hacen sentir, sin necesidad de escribirlas; las leyendas suelen ser las esperanzas de un pueblo, el amor prohibido que acaba en tragedia, un héroe que sale mal parado o que llega al triunfo. Esos relatos se nos quedan más fácilmente en nuestra mente porque nos parecen bellos, porque pensamos que esa historia que pasó en nuestra tierra o en un lugar lejano merece ser recordada.

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