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jueves, 19 de marzo de 2015

Jarque de la Val

Javier Estriche. Huesos.
En el año 2009 aparecieron restos humanos en Jarque de la Val (comarca de las Cuencas Mineras, Teruel), en un talud situado junto a la carretera. Por lo que en el año 2010 se llevaron a cabo trabajos  arqueológicos de prospección, excavación y protección.
Dichas investigaciones concluyeron que se trataba de enterramientos medievales de rito islámico. 
Tras esta actuación se han descubierto más yacimientos arqueológicos en las cercanías del pueblo. Uno de ellos es Los Barrancos III (necrópolis islámica) y otro, Santa María, que se trata de un asentamiento secundario del Hierro II (pequeño pueblo del periodo bajomedieval con ocupación andalusí).

miércoles, 18 de marzo de 2015

El Cabo, necrópolis

En la excavación de El Cabo, a unos 400 metros de allí, se encontró la necrópolis. Está compuesta por un
Celan Digital.
total de seis túmulos funerarios de planta circular. Aunque se encontraba intacta en el momento de su descubrimiento, tres de las tumbas estaban parcialmente destruidas por la erosión. Los túmulos de El Cabo están compuestos por un simple empedrado de piedras calizas, de tan solo una o dos hiladas, colocados en disposición circular con medidas variables entre 1 y 3 metros de diámetro. En su interior, y siempre en la zona central, se depositaron bajo lajas o losas de piedra, urnas de cerámica hechas a mano con restos de huesos humanos incinerados junto con algunos escasos adornos metálicos de bronce (pulseras, brazaletes, anillas…). La necrópolis fue descubierta en el año 2000 por José Antonio Benavente. En 2005 y 2006 la necrópolis fue excavada en su totalidad y, tras su consolidación y puesta en valor, incluida en la Ruta Iberos en el Bajo Aragón.

lunes, 16 de marzo de 2015

El Cabo

El antiguo poblado de El Cabo se localizaba a unos dos kilómetros al Oeste de la localidad turolense de
El Cabo, Iberosenaragon.net
Andorra, en lo alto de una cuesta que dominaba las cabeceras de la Val de Ariño y el río Regallo. Tras su excavación completa en 1999 fue casi totalmente destruido por los movimientos de tierras de una explotación minera de carbón a cielo abierto “Corta Barrabasa”.
Después decidieron volver a excavar dicha zona y, tras 8 meses de la exploración vieron restos arqueológicos en buen estado (se encontraron más de 40000 restos arqueológicos, en su mayoría cerámicos, pero también se hallaron restos óseos y metálicos como hebillas, puntas de flecha, agujas de coser, anillos, colgantes...) por lo que los transportaron al Parque de San Macario, situado en el cerro que domina la localidad. 
Este poblado ha sido datado en el S. V a.C. Se trata de una zona de calle central en espolón, con 51 espacios, sendos torreones en sus extremos y una muralla. 
portalabiertoandorra.blogsopot.com
En la actualidad, se encuentra totalmente reconstruido en planta, y tres de sus espacios han sido reconstruidos en alzado, ya que con toda la información recogida en la excavación y con la multitud de análisis realizados, se han sacado unas conclusiones que nos han llevado a saber como era el módulo de sus adobes, sus techumbres, sus entradas etc. Se trata de auténtica arqueología experimental que va a servir no solo a modo divulgativo y turístico sino también para realizar estudios por parte de especialistas de la Protohistoria Peninsular.

domingo, 15 de marzo de 2015

Alto Chacón

A muy pocos kilómetros de Teruel, atravesando el barrio del “Jorgito”, nos encontramos uno de los yacimientos arqueológicos íberos mejor conservados y de mayor importancia en la ciudad de Teruel, el “Alto Chacón” que, aunque no se ha excavado en su totalidad, es sabido que ocupa todo el territorio perteneciente a La Muela (3500 metros cuadrados).
Se trata concretamente de un pequeño poblado, organizado en torno a dos calles principales que delimitan las manzanas de las casas, las cuales suelen tener una planta rectangular y unos suelos compuestos por tierra aprisionada.
Los muros de estas antiguas construcciones estaban formados a partir de piedra recrecidos con adobe o tapial, donde interiormente se encontraban lucidos para una mayor comodidad. Las edificaciones estaban cubiertas por un tejado formado a partir de entramados vegetales y tierra.
Aunque trata de un poblado fuertemente protegido, (posee un foso y una muralla fuertes), la población se dedicaba principalmente a la agricultura, ganadería, caza, artesanía y comercio con Roma y otros pueblos de la Península Ibérica.
La vida, se desarrollaba mayoritariamente en el interior de las viviendas, donde se llevaban a cabo  las reuniones sociales, las actividades familiares y, además, era donde más se desarrollaba el trabajo artesanal, sobre todo aquellos vinculados con el trabajo metalúrgico, que llegó a destacar por su calidad.
Se sabe que, ante una defunción, el cuerpo del fallecido era incinerado, introducido en urnas junto a sus efectos personales y depositado en el abrigo de las montañas de alrededor. 

domingo, 1 de marzo de 2015

El fantasma de la Plaza de la Judería

Un elemento muy significativo, acerca de la arqueología de Teruel, es la misteriosa "sinagoga" judía que se encuentra bajo el suelo de la Plaza de la Judería.
Ha habido varias hipótesis que intentan averiguar de qué se trata de forma exacta, ya que puede  actuar igualmente como un cementerio judío. En realidad no se sabe a ciencia cierta de qué tipo de lugar estamos hablando, pero una cosa está clara, tiene una gran importancia tanto a nivel provincial como nacional, pues se trata de la primera área funeraria judaica excavada en España. 
Fotografías de la "sinagoga"
Fuentes web: miscelaneaturolense.blogspot.com
acrotera.blogspot.com
Fue descubierta en 1925 por Antonio Floriano, pero no fue hasta los años setenta cuando se hallaron los primeros restos materiales (actualmente propiedad del museo de Teruel) que comprenden, entre otros, tres lámparas correspondientes a la tradición del Hanukah judío.
El enigma que supone este espacio tan desconocido y del que se conservan tan pocos archivos es brutal. En realidad, no podemos llegar a entender el por qué de su escondite y de lo oculto que permanece a los ciudadanos de la ciudad. Lo que sí podemos afirmar con certeza es que hoy en día se encuentra tapado bajo el pavimento, esperando a ser descubierto y explorado, recuperando así el valor del que gozó antaño y que ahora ha desaparecido por completo.

El mudéjar aún por descubrir

Las torres mudéjares en Teruel han dejado mucho más de lo que creíamos.
Algunas de las catas arqueológicas encontradas bajo
el acueducto.
A parte de sus edificaciones, también se conservan una gran cantidad de elementos relacionados con ellas, como por ejemplo, los hornos que fueron utilizados para la cocción de los materiales de construcción. Edificios que pasan desapercibidos, pero que gozan de una gran importancia y, a pesar de todo, también tienen su propio valor histórico. 
La ciudad de Teruel se encuentra salpicada por este tipo de construcciones, aunque los hallazgos más representativos han tenido lugar principalmente en la zona del acueducto y bajando hacia el barrio del Carrel. 
Hoy en día aún podemos encontrar varias catas arqueológicas en este lugar, hecho que afirma la posibilidad de otros hallazgos, que sin duda están proporcionando una gran cantidad de información a cerca del mudéjar.

Yacimientos funerarios

Hace relativamente pocos años, los arqueólogos Jose Antonio Benavente y Salvador Melguizo realizaron un estudio a cerca de las decenas de tumbas dispersas por toda la comarca del Matarraña para hacer una clasificación de las mismas de forma científica.
Vasijas encontradas en el interior de una tumba.
Fuente web: terraeantiqvae.com
Se trata en realidad de una gran serie de túmulos funerarios, localizados en el tiempo en torno al s. VII antes de Cristo, que impactan por sus características únicas, diferenciándose así del resto de yacimientos, ya que algunos de ellos llegan a tener unos siete u ocho metros de diámetro y presentan cistas de hasta un metro y medio de altura, situadas no en el centro, sino en un lado del túmulo.
Actualmente son visitables y la mayoría de ellos los podemos encontrar por la zona de Alcañiz, concretamente en el yacimiento de "El Palao".

Yacimiento Íbero

Yacimiento visto desde el aire
Fuente web: azaila.es
Teruel es fuente de una gran serie de yacimientos arqueológicos, un ejemplo muy significativo es "El Cabezo de Alcalá" localizado en Azaila, de origen íbero, donde se asentaron varias poblaciones distintas en épocas diferentes, la primera de ellas surgió en torno al siglo IX a. C. y fue destruida en el transcurso de la segunda guerra púnica (s. VII a.C). La segunda se corresponde a la llegada de los íberos, que reconstruyeron sobre las cenizas de la antigua ciudad, hecho que se volvió a repetir en torno al año 75 a. C.
Este yacimiento en concreto posee una gran cantidad de información necesaria para comprender el fenómeno de romanización en la Península Ibérica y el estilo de vida de los pueblos prerromanos.

Híjar, un pueblo cosmopolita

Actual iglesia de Híjar.
Fuente web: quetiempo.es
Durante la Edad Media, el pueblo de Híjar gozó de una gran riqueza cultural en el interior de sus calles. En ellas convivían judíos, musulmanes y cristianos en un pueblo que, actualmente, nos puede resultar "del montón", sin nada especial que marque grandes diferencias respecto del resto. 
Tres culturas convivían en barrios distintos, pero el barrio más significativo fue el de los judíos. Estos residían principalmente en torno a la plaza San Antón donde se edificó una sinagoga (que data del s. XV y actualmente hace la función de iglesia del pueblo), una carnicería, unos baños públicos, un horno e incluso llegaron a tener la primera imprenta de Aragón, (sólo cuarenta años después de haber sido inventada) hecho sorprendente para tratarse de un pueblo turolense.
A pesar de lo vulgar que pueden parecer los pueblos, todos tienen su historia, y sin duda alguna, si nos paramos a observar detenidamente sus detalles, nos podemos llevar una sorpresa. Híjar es el claro ejemplo de lo poco que sabemos acerca de la cultura de nuestra provincia, de nuestra ciudad, de nuestro país, pocas veces indagamos más allá de lo superficial, de la fachada de las cosas, sin saber que detrás se esconde una historia.

sábado, 28 de febrero de 2015

Cripta gotico-mudéjar

Detalle de la cripta.
Fuente web: redaragon.com
Un ejemplo más de la pluralidad cultural de Teruel es la cripta hallada en el municipio de Jatiel, elemento muy emblemático del patrimonio histórico-artístico turolense. 
Se corresponde a un espacio único, situado en  el subsuelo de Jatiel, que presenta características gótico-mudéjares, localizado temporalmente entre los siglos XIV y XV, capaz de meternos de lleno en la Edad Media y llenándonos de interrogantes a cerca de sus funciones y utilidades, dada la escasez de este tipo de construcciones en la zona turolense. 
La hipótesis más apoyada a cerca de la utilidad de dicha cripta es que pudo ser en su época una cilla o depósito de la orden militar de San Juan de Jerusalén.
El punto de mayor profundidad se encuentra a unos once metros bajo el suelo de Jatiel, y consta de un pasillo central abovedado, a partir del cual se pueden acceder a tres estancias, que se unen por medio de una bóveda de crucería; además, en su interior, consta de unas seis galerías excavadas en el subsuelo. 

Villa romana

detalle del yacimiento y del mosaico.
Fuente web: urreadegaen.com
Urrea de Gaén, pueblo de la provincia de Teruel, goza de la existencia de restos arqueológicos romanos, concretamente de una villa conocida como "La Loma del Regadío", donde sus habitantes principalmente se dedicaban al cultivo de olivos, viñas y cereal, siendo una de las principales productoras de aceite de Teruel en la época romana.
Por fortuna, aún se conservan los restos de un molino de aceite, varios depósitos que albergaban vino y un sorprendente mosaico, actualmente situado en el museo de Teruel.
Este yacimiento data aproximadamente entre los siglos III y V d. C. y hasta la fecha se han hallado unos mil quinientos metros cuadrados, sin descartar la posibilidad de más hallazgos.

Las pinturas rupestres del Rodeno

Teruel no es exactamente un lugar que se caracterice por poseer un buen clima, pues tenemos una elevada altitud, de hecho, esta parcela de España siempre ha sufrido fuertes problemas de despoblación e incluso hoy en día permanecen presentes.
A pesar de ello, hace miles de años, varios grupos de seres humanos encontraron en este difícil y gélido lugar algún tipo de aliciente para constituir en él su hogar. 
Estamos hablando de la zona del Rodeno, parque caracterizado por poseer algunas de las pocas pinturas rupestres que aún se conservan en el sur de Aragón que, junto con la zona de Cantavieja y Alacón, constituyen los lugares más representativos de la prehistoria turolense.
Detalle de algunas de las pinturas rupestres del Rodeno.
Fuente web: etceter.com
Estas pinturas nos pueden dar una idea aproximada de la vida de nuestros ancestros, cómo vivían estos y qué tipo de fauna y flora eran las que poblaban esta zona.
Estas pinturas están rodeadas de una exuberante vegetación que envuelve la atmósfera de un agradable y fresco olor.  Además, cerca de la zona, hay un río que permitiría abastecer a la pequeña población, a lo mejor, por ello, se instalaron allí.
Las cuevas donde habitaban y los utensilios de los que disponían, fabricados a partir de los elementos que les ha proporcionado la propia naturaleza, tan simples y manejables pero a la vez tan útiles para pasar el día a día, como una simple punta de flecha hecha a partir de hueso, o una piedra estratégicamente agrietada con la que poder cortar, son algunos de los muchos elementos que podemos conservar de la prehistoria de Teruel (una gran parte de ellos los podemos encontrar en el museo de Teruel).

Introducción de la arqueología

El ser humano, ese pequeñajo mono desnudo que ha ido vagando de un lado a otro a lo largo de toda su existencia, frágil, débil y torpe, no es de extrañar que siempre haya estado marginado por el resto del reino animal, ya que cualquier otro ser vivo por minúsculo o enclenque que pueda parecer, es capaz de machacar a nuestra raza sin gran esfuerzo.
Algunos instrumentos hechos a partir de sílex
fuente web: mclibre.org
Siempre hemos estado en inferioridad de condiciones, nuestra piel es suave y fina, no tenemos grandes fauces con afilados colmillos ni garras capaces de infligir daño, lo único que nos ha salvado de la extinción ha sido la capacidad de adaptación tan sorprendente a los distintos ecosistemas de la tierra (pues en realidad somos la peor plaga habida y por haber) y sobre todo, nuestra capacidad cerebral, gracias a ella, el ser humano ha comprendido que la única manera para sobrevivir en este mundo tan lleno de obstáculos y baches es la vida en sociedad, en realidad se trata de algo inherente a nuestra naturaleza, parecido al instinto que poseen los animales. Sin darnos cuenta tendemos a crear un grupo social a nuestro alrededor y a vivir en conjunto con otros seres humanos, ya que en el fondo comprendemos que necesitamos a los demás para sobrevivir.
Poco a poco empezamos a fabricar sitios donde vivir, totems para nuestro culto, lanzas, cuencos, jarras... Al principio tan solo las realizábamos con huesos, con barro, con paja, con madera... cosas simples y que no se suelen conservar hoy en día. Pero poco a poco las construcciones fueron más complejas, con materiales más fuertes que permitieron permanecer hasta este S.XXI. Por otra parte, lo más delicado, las pinturas, al realizarse en cuevas, estaban protegidas del clima. Estos elementos, aparentemente muy sencillos, han visto el paso de miles de años y esconden tras su historia fantásticas anécdotas que ni siquiera nos podríamos imaginar. Es justo detrás de las mismas donde reside la belleza de la arqueología más que en los objetos materiales en sí. Desde un simple fragmento de cuerda hasta una muralla descomunal, cualquier yacimiento arqueológico puede contarnos la historia de la humanidad, y da la casualidad de que en Teruel tenemos la grandísima suerte de poseer un patrimonio cultural muy amplio con respecto a la arqueología, tanto en el interior de la ciudad como en la mayoría de los pueblos que salpican la provincia, así podemos rescatar una gran serie de información a cerca de culturas muy distintas entre sí que han habitado esta pequeña localidad a lo largo del tiempo, desde los primeros pobladores hasta la actualidad.
De esta manera intentaremos comentar los yacimientos arqueológicos más importantes, de la propia ciudad y sus alrededores.