Decidimos un tema que merece la pena ser más profundizado y
digno para observar más de cerca su belleza, y continuar con ello queremos
mostrar un par de fotografías también hechas por nosotras en una fría y
temprana mañana del mes de enero, en la que a causa de las bajas temperaturas
dio tiempo aquella noche a formarse escarcha entre los miembros del huerto.
Esta vez nos centraremos en las coliflores.
¿No dan ganas de cogerla, lavarla, y comerla? Fue un desafío
que tuvimos que superar aquella mañana al ver esta verdura con un importante
tamaño, rodeada de sus grandes hojas de un color también verde pero más oscuro
y cubiertas de escarcha la cual se percibe claramente y algunas de tierra, pero
sin hacer que las descartemos de bellas. A la imagen le da un toque colorido el violeta
de las hojas de arriba a la derecha, procedentes de las coles, próximas a la
fila de las coliflores.
Resulta familiar la coliflor más cercana, la de la esquina
de abajo a la izquierda, ¿verdad? Es la que habíamos visto justo en la anterior
fotografía, seguida de las grandes y rizadas hojas de las coles que hemos dicho
que estaban próximas a la fila de las coliflores y que aquí podemos comprobar
con claridad.
Barrio de San Julián, Teruel.
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