La fantasía de
Alicia en el país de las maravillas se traslada a Teruel en una fotografía que nos sitúa en la calle José Torán, donde sus pequeños jardines se convierten en los imaginarios y frondosos bosques por los que deambula la protagonista de este cuento en busca de algo de cordura. Así, a través de esta imagen, nos introducimos en el mundo de ensueño, locura y misterio creado por Lewis Carrol, en el que nada es lo que parece ser: el tiempo se convierte en lo más valioso, la locura define a las mejores personas y todos los sueños son alcanzables de alguna manera u otra. De esta forma, esta fotografía, nos sitúa en el diálogo que establecen Alicia y el gato Cheshire, el cual nos deja comprender que podemos lograr cualquiera de nuestros objetivos si luchamos por él lo suficiente:
El Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba.
-¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... Siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación.
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato -, si caminas lo suficiente!
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