Después de estar seis años en Madrid, Gárate decide marchar a Roma, subvencionado esta vez por la Diputación de Teruel, donde Francisco Pradilla, el director del Museo del Prado, se convirtió en su mentor.
En 1898 vuelve a España al ser nombrado profesor de colorido y composición en la Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.
Gárate participó en certámenes tanto nacionales como internacionales ganando su primera medalla con su cuadro Segadores en 1900 en La Exposición Universal de París, y la segunda con Copla Alusiva en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1904.
Las obras de Juan José Gárate poseen gran importancia porque son muy realistas y muestran el folclore aragonés y la vida en aquellos tiempos. Suele representar un ambiente rural y en la pintura de costumbres que realizaba pinta su pueblo natal, Albalate del Arzobispo.
Aquí otro cuadro de Gárate en la revista La Esfera, el 13 de septiembre de 1924 en el ejemplar nº558.
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