martes, 16 de febrero de 2016

ENTREVISTA A ÁNGEL GONZALVO II

-¿De dónde has obtenido las imágenes que están puestas en el libro La Memoria Cinematográficas del espectador?

Prácticamente el 90% son fotos y otros documentos que me dejaron las personas con las que hablé: sus recuerdos materiales. El resto son de los periódicos que consulté y de archivos oficiales: También hay fotos que hice yo de los restos de cines cerrados.
Todo el mundo me atendió muy bien y colaboró con entusiasmo. Fue bonito hacer el trabajo.

-¿Nos podrías contar alguna curiosidad sobre el cine antiguo en Teruel?


Que como en todos los sitios, en primer lugar era ambulante y se veía en las barracas de feria; que en los pueblos más pequeños tardó mucho en llegar el cine sonoro y 10-15 años después todavía se veían películas mudas; que las taquilleras tenían “mucho poder” y podían decidir si te daban la entrada que pedías para sentarte de una chica que te gustaba o no (según ellas creyeran que eras un buen partido); que hubo mujeres empresarias como Porfi Elena en Villarquemado (que nació con el cine y heredó el negocio de su padre); que en Arens de Lledó había más socios del cine que butacas, y se turnaban para ir; que ir a ver las carteleras ya era motivo de satisfacción y se esperaba la película con ganas…

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