domingo, 9 de noviembre de 2014

DELITO E INQUISICIÓN, por Jorge del Olivo (charla del 7 de noviembre)

Jorge del Olivo, profesor de Historia y antiguo compañero del centro, nos visitó el viernes 7 de noviembre para adentrarnos en un tema que conoce muy bien: el Tribunal de la Inquisición y sus actuaciones en Aragón. Un contexto ideal para reflexionar sobre qué es delito y qué no lo es, quién determina la gravedad de un delito y hasta dónde llega la sociedad para defenderse de un bandido. A continuación los comentarios que suscitó su intervención:

 Muchas veces, cuando se habla de la Inquisición, solo se piensa en la Inquisición Española, como si esta fuera la única mala, la única que torturó de formas escandalosas a todo tipo de persona que se cruzaba en su camino o la única que mandó a la hoguera a personas que a ninguno de nosotros, en el siglo XXI, se nos hubiera pasado por la cabeza. Pero la Inquisición no solo actuó en España, y aunque no se puede justificar las cosas que hizo o las medidas que tomó, todo hay que ponerlo dentro de un contexto. Contexto que obviamente no lo justifica (un potro de tortura siempre será algo inhumano e inaceptable), pero contexto que nos dice que no solo en España la Inquisición torturó y mató a gente por "delitos" tales como la brujería. 
Entre varias de las preguntas que se propusieron, estaba la de si estaríamos a favor de la tortura como método para obtener una declaración. Pero, como decía una cita que nos leyó, con la tortura puedes conseguir o declaraciones falsas –escupidas por inocentes que no pueden soportar el dolor– o verdaderos criminales que por su fuerza psicológica y física saldrán impunes.
Esto lo unimos con la actualidad, y con por ejemplo, la cuarta enmienda de "the Bill of Rights" de la Constitución estadounidense, con la que al parecer todos parecían estar en contra. 
Y sí, es cierto que ha habido casos en los que se ha dado un mal uso, no tiene por qué significar que ese derecho deba ser suprimido. Hay gente que utiliza de forma inadecuada Internet, y no por ello se prohíbe el acceso a este. Sí, es cierto, que probablemente habría que matizar esa enmienda para que algunos casos de los que se dan no queden impunes. 
Al unirlo con la actualidad, no obstante, más que levantar un debate sobre la Constitución de Estados Unidos, lo que pretendería sería explicarnos cómo las leyes, la gravedad de los delitos, etc. cambian dependiendo del lugar, de la época, de la cultura del lugar, de los antecedentes históricos, etc., y que para juzgarlos, tenemos que conocer todos esos aspectos.
En cuanto a la exposición en sí, el tema era atrayente desde el principio, y Jorge del Olivo supo exponerlo de forma que la gente no se durmiera y enlazando todos los conceptos. Marta García

Me resultó de gran interés todo lo que nos explicó Jorge del Olivo, me pareció curioso cómo, si lo piensas, sigue habiendo preferencias hacia quien determinan las leyes, no ha cambiado nada desde la época de la Inquisición respecto a eso. También que en países siguen usando la tortura como medio para averiguar la verdad, digamos que para ellos el fin justifica los medios.
Además me impactó bastante eso de la presunción de culpabilidad, eres culpable de algo, no sabes muy bien qué ni quien lo ha dicho. Realmente no hay mucho que puedas hacer, casi segura está sentenciada tu muerte y más perteneciendo al pueblo llano.
Se pueden apreciar similitudes con la actualidad que a mí, personalmente, me parecen un poco vergonzosas, tras tantos siglos sigue habiendo preferencias a la hora de juzgar, el rico siempre sale mejor parado. Quizás deberíamos plantearnos nuestro modo de vida y si en realidad existe esa tan reclamada igualdad. Elisa Martín

Me ha parecido una charla bastante interesante ya que nos ayuda a reflexionar acerca de cómo ha ido evolucionando la justicia y la imposición de castigos y penas por el incumplimiento de los establecido como ´justo´ a lo largo de toda la historia. Podemos concluir que la justicia de cada lugar ha sido fruto de la sociedad que determina lo que es y no es justo, y ha llevado a practicar unos métodos de justicia u otros, así como las costumbres específicas de cada país y la cultura, pues como ya sabemos no es lo mismo la situación española que la de cualquier otro país de oriente o la justicia americana, donde los delitos no son juzgados de la misma manera y emplean otros métodos. Sonia Delgado

La conclusión que he sacado de la charla ha sido que la sociedad es la que en realidad controla y regula la idea de justicia, pero son las clases acomodadas y poseedoras de muchos bienes y tierras las que se sitúan en los puestos de mayor importancia jerárquica y son ellos mismos los que crean las leyes, modificándolas si es necesario para su propio beneficio, (para proteger su patrimonio) quedando de esta forma siempre exentos de responsabilidad, mientras que el pueblo llano debe de pagar por todos y cada uno de sus errores, incluso por los más mínimos, creando un estado de injusticia que se mantiene desde hace siglos. Los poderosos nunca van a tener ningún tipo de problema sean cuales sean los errores o delitos que cometan, aunque estos traten un grado de gravedad muy alto, porque son ellos mismos los que regulan sus propios castigos, y como es evidente no se van a perjudicar ni a asumir las consecuencias de sus actos. 
Sobre la Inquisición he podido ampliar la información que estamos dando actualmente en la asignatura de Historia de España con respecto a estos ámbitos: 
-Aragón realmente estaba en contra de las torturas que se efectuaban a los supuestos “enemigos del cristianismo” ya que si estos eran fuertes aunque culpables podían ser capaces de soportar las peores torturas afirmando su presunta inocencia y al concluir estas quedar libres sin ningún tipo de represalia posterior, mientras aquellos que eran inocentes pero débiles serían capaces de confesar cualquier tipo de acto por el que se les condenara, con el fin de terminar la tortura lo antes posible. 
-En esta misma comunidad el rey no era capaz de imponer su propio criterio legislativo, ya que existía la figura de un justicia, que era el encargado de regular los castigos. En muchos casos el justicia acogía a los reos que eran perseguidos por el tribunal inquisitorio en su propia cárcel, con el fin de evitarles las torturas. 
-Cualquier persona que no aceptara el cristianismo era considerada como no aragonesa y debía de responder ante el tribunal.
-En Castilla hubo un mayor desarrollo de la Inquisición ya que no poseía los privilegios aragoneses ni catalanes.
-No sólo había penas que implicaran castigos corporales, sino que también existían sanciones económicas o humillaciones públicas.
-Si los acusados por algún motivo sabían que iban a ser perseguidos, viajaban a otro reino y automáticamente el tribunal de la Inquisición no podía juzgarlos, ya que se encontraban en otros territorios, con una legislación distinta.
-La crisis que afectó a la Península Ibérica en aquella época provocó un aumento de los delitos que tenían lugar, y esto conllevó a varias reformas en las normas inquisitoriales, que se caracterizaron por seguir unos intervalos de tiempo determinados.
-En los territorios dominados por los nobles no había tanto control inquisitorio, ya que estos tenían el derecho de maltratar a sus propios vasallos si lo veían necesario.
Alejandro Abad Collados
Me pareció muy interesante toda la charla e información que nos ofreció Jorge del Olivo acerca de la Inquisición, sobre todo me resultó muy curioso cómo entonces a este proceso se le consideraba justo, ya que este termino ha ido evolucionando a lo largo del tiempo con los diferentes tipos de administración, gobierno y sociedad. También me impactó bastante el proceso a seguir, por el que los inquisidores te cogían en tu casa sin ofrecerte ninguna información acerca de lo que se te acusaba, llevándote a una muerte prácticamente segura, ya que no tenías forma de demostrar si eras culpable o no. Por otra parte, también pude observar un paralelismo entre esa etapa de la historia y la actualidad, ya que en ambos casos las leyes las dicta el gobierno favoreciéndose a ellos mismos y castigando sobre todo al pueblo llano.
Sara Jáñez

Ni los malos son tan malos, ni los buenos tan santos, estas es una de las conclusiones que saqué de la charla impartida el pasado viernes por Jorge del Olivo sobre la Santa Inquisición. Hay veces, en la vida, en las que el desconocimiento o la ignorancia nos lleva a hacer un juicio erróneo sobre un tema y nuestra propia necedad nos nubla la realidad, esta es una de ellas.
Gracias a Jorge del Olivo, he conseguido liberarme de esa idea preconcebida que tenía sobre la Inquisición, esa idea monstruosa sobre sus torturas y sus ejecuciones religiosas. Si bien es cierto que esas ejecuciones existieron y que esas torturas estaban ahí presentes, no podemos dejarnos cegar por ellas y debemos pensar, como dijo Jorge del Olivo, que la Inquisición no es única en España y que esos métodos estaban amparados por parte de la sociedad, quien por codicia denunciaba a sus vecinos.
En cuanto a Jorge del Olivo quiero alabar su gran capacidad comunicadora, como consiguió introducirnos en la charla mediante preguntas a algunos de nosotros. Por otro lado quiero agradecerle a él enseñarnos un poco más sobre este tema que muchos desconocíamos y ayudarnos, con la explicación sobre su tesis, a comprender un poco mejor como realizar un trabajo de investigación
Pablo Edo

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