domingo, 1 de febrero de 2015

LA FOTOGRAFÍA COMO FUENTE DOCUMENTAL TUROLENSE (III), charla de Juan Carlos Navarro

Este pasado jueves, vino a darnos una charla Juan Carlos Navarro, hombre que ha dedicado una gran parte de su tiempo a recoger aquellas fotografías de Teruel tomadas en una época muy anterior a nuestra existencia. Su colección abarca desde archivos coetáneos a las guerras carlistas hasta hace relativamente poco, en los años sesenta, mostrándonos un mundo completamente distinto del que estamos acostumbrados a ver hoy en día. Podemos concluir que Teruel ha sido una ciudad que ha sufrido una fuerte evolución en apenas doscientos años, la guerra supuso la destrucción, pero también la posterior remodelación de la ciudad, a partir de la cual hemos asentado nuestras vidas. 
Lo que más me llamó la atención fue la imagen de retraso que parecía envolver a la ciudad. El concepto de la sociedad estamental aún se encontraba muy vigente incluso a finales del s. XIX, donde las fiestas populares que se celebraban no eran más que una demostración de quién se podía dejar más “pasta” en cosas totalmente innecesarias, un ejemplo bastante claro es la fiesta del Coso Blanco, (actualmente ya extinta por completo) donde los nobles se dedicaban a engalanar la ciudad de blanco, recubriendo balcones, carros e incluso pintando a los caballos de este color, mientras que las clases más pobres y bajas ocupaban su tiempo trabajando, como costumbre de todos los días, poniendo pequeños puestos en la plaza del Torico, formando un “mercao” en el que se vendían sobre todo productos de primera necesidad. 
Otro dato que encontré curioso fue la forma en la que se relacionaba la gente en según qué eventos, en las vaquillas por ejemplo, donde nobles, burgueses y pobres salían todos juntos para “marear” al pobre animal. Parece que esta costumbre turolense tan antigua ha significado más de lo que creíamos en su historia, actuando algo así como una versión “mini” de la concepción que tenía Nelson Mandela acerca del deporte. En este caso más cercano, era la vaquilla la que unía de alguna manera al pueblo, olvidando las desigualdades económicas y sociales, juntando a todos en una “piña” donde se tenían que proteger entre ellos si no querían llevarse un empujón.
La ciudad en general ha dado un gran cambio, muchos edificios (sobre todo iglesias) han ido desapareciendo con el paso de los años dejando atrás el recuerdo de otros tiempos más tradicionales donde la vida era más sencilla, con la finalidad, principalmente, de ensanchar las calles. Por ejemplo: la calle que conducía de la plaza San Juan a la plaza del Torico no era más que un caminucho de tierra estrecho por el que cabía escasamente un carro. 
Si pudiéramos volver al pasado y observar la ciudad en sus orígenes y actualmente, sin duda no reconoceríamos una sola calle. Una imagen que me impactó muchísimo fue la que se realizó nada más terminar el viaducto viejo. Esta parte de la ciudad donde ahora casi todos nosotros vivimos era solo un descampado, como el que podemos ver a través de las ventanas del instituto, tierra y vegetación seca.
La verdad es que cuesta creer que las cosas puedan cambiar tan rápidamente.
Por otro lado que alguien se haya preocupado de recoger y clasificar estas fotografías, e incluso intentar averiguar parte de su historia realizando pequeños trabajos de investigación, es algo que me parece muy digno de admirar, el no dejar que se pierdan estos documentos, que dicen mucho más que cualquier tipo de libro o fuente de información, pues nos pueden aportar una gran serie de datos con cualquier detalle, por minúsculo que sea, podemos averiguar desde si existía tendido eléctrico hasta la situación por la que se estaba pasando según las ropas que llevaban los habitantes, en general, informaciones muy valiosas que han sido recuperadas del olvido gracias al trabajo de Juan Carlos. Ya lo decía un refrán “una imagen vale más que mil palabras”.
Alejandro Abad
Espejo de la realidad
¡Foto! Irremediablemente tendemos a sonreír, a sacar nuestra sonrisa más arcaica, que les pertenecía a las esculturas griegas de la antigüedad. Antiguamente, cuando te hacían una foto, antes de que el flash te quemara los ojos, tu mirada hubiera sido profunda y tu boca una línea recta, preparada para ser retratada en un segundo. Por otra parte, la fotografía no solo nos lanza un fogonazo a nosotros, también puede apuntarle a los edificios o paisajes de la ciudad. Los turolenses tuvimos la mala suerte de que la guerra civil se ensañó con nuestra pequeña ciudad, provocando la eliminación de muchos edificios y de datos, hasta hora, imposibles de descifrar. Sin embargo, siempre hay alguien deseando recomponer todo ese puzle descompuesto para así poder ver todo el paisaje antiguo y compararlo con el nuevo. En este caso hemos tenido el honor de conocer a un hombre humilde donde los haya, Juan Carlos Navarro, cuya ilusión y entrega por recomponer la pequeñita historia de Teruel a través de la fotografía o de dos, es verdaderamente admirable. Éste se ha dedicado a encontrar todas las fotos posibles del Teruel de finales del S. XIX y del S. XX para poder ubicarlas en la actual ciudad y ver las diferencias; intentar averiguar las costumbres que poseíamos, las vestimentas, los edificios aniquilados y saber tanto su fecha de elaboración como el autor, para poder saber hasta qué punto se había desarrollado Teruel en esa época, la división entre clases, como se divertían, la catástrofe de la guerra… Todo eso nos puede enseñar una foto si observamos con ojos de lince. Sí que es verdad que muchas fotos se manipulan para hacer propaganda, para criticar algo, para que la foto quede más bonita y eso dificulta bastante a la hora de saber la verdad. Pero a veces hay una pista en la propia foto o se descubre en algún cajón o periódico la foto original que hace posible ver la realidad de la época. 
Tamara Pérez
El pasado jueves 29 de enero, recibimos la visita de Juan Carlos Navarro, quien nos mostró una serie de antiguas imágenes fotográficas de un Teruel que si no fuera por ellas, ya no seria recordado. Además, también nos mostró diversos métodos de retoque fotográfico llevados a cabo mucho antes que el actual PhotoShop, como por ejemplo el uso del pincel. Así mismo, Juan Carlos nos enseñó como la aplicación de esta técnica podía añadir o eliminar elementos plasmados en la fotografía e inducirnos al error respecto a su datación, por lo que nos hizo darnos cuenta del gran esfuerzo que requiere su trabajo.
La charla resultó ser de un gran interés, ya que tuvimos el placer de descubrir un Teruel hasta ahora desconocido por muchos, obteniendo así una visión histórica de nuestras calles.
Sara Jáñez
Nadie es capaz de imaginar las horas y la dedicación que hay que dar a la restauración y recopilación de fotografías antiguas, como pudimos comprobar el pasado jueves, Juan Carlos Navarro lo sabe muy bien, ya que se ha encargado de hacerlo en todas esas fotografías de Teruel y provincia que hemos podido ver.
Estaba encantada de ver fotografía tras fotografía e intentar averiguar dónde estaban ubicadas antes de que él contestara, me parecieron maravillosas y me hizo conocer más acerca de mi ciudad de las tradiciones y fiestas que antes se celebraban, de todas las cosas que han cambiado en la actualidad y de la cantidad de reformas que se han producido en Teruel debido a la gran repercusión que tuvo la guerra civil española en esta ciudad, la cual quedó prácticamente destrozada.
Me dio mucha pena no poder ver más fotografías por la falta de tiempo, ya que por lo visto tiene muchísimas más y estoy segura de que muy interesantes.
Esta ha sido una de mis charlas favoritas y estoy muy agradecida de que haya personas que se preocupan e invierten su tiempo en este tipo de cosas y en que los demás podamos disfrutar de los resultados de su trabajo.
Elena Navarro 
El pasado Jueves pudimos disfrutar de una charla que nos acercó un poco más a nuestra pequeña ciudad, Teruel, conociendo qué aspecto tenía antes en contraste de ahora a través de imágenes y admirando, cómo no, su belleza. Este tema lo trató Juan Carlos Navarro, quien ha dedicado mucho tiempo en recolectar numerosas imágenes de Teruel, y nos explicó que hubo una importante pérdida de información fotográfica de la ciudad durante la guerra civil. Nos enseñó algunas fotografías, advirtiéndonos de algunas erratas que había, por ejemplo, nos mostraba dos imágenes tomadas desde el mismo punto de vista, pero sin embargo sentí que era el típico juego de las “7 diferencias”. Me llamó mucho la atención el tema del “Coso Blanco” y de hecho él hizo hincapié en ello, era una fiesta muy pijotera celebrada en la plaza del Torico, donde los nobles revestían la plaza de blanco, incluso a ellos mismos, a los carros de los caballos y a estos también… Muchas imágenes tuvimos oportunidad de ver a pesar del poco tiempo que pudimos disfrutar, en algunas, podías descubrir en seguida de qué época se trataba al fijarte en pequeños detalles como por ejemplo, en antaño, la calle de san Juan antes era tan estrecha que solo podía caber un carro de caballos, después se tiró parte de las edificaciones y se ensanchó hasta tener el aspecto que ahora tiene. Por último, cabe destacar que Teruel tuvo una evolución muy rápida y en el punto de vista de las edificaciones me impactó el hecho de que antiguamente, más allá del viaducto viejo no existía absolutamente nada, el barrio del Ensanche y la Fuenfresca no existían. Gracias Juan Carlos por tu trabajo y por enseñarnos un poco más de la historia turolense.
Irene Torán
El pasado jueves vino a nuestra clase Juan Carlos Navarro a darnos una charla sobre la fotografía y su relevancia en la investigación histórica la charla estuvo acompañada de una proyección de infinidad de fotografías antiguas de Teruel que él se había encargado de recopilar de publicaciones de la época, de archivos e incluso de particulares formando así un amplio catálogo que nos muestra la sociedad de la época.
Para respaldar su teoría de que la fotografía cumple una gran función en la investigación histórica nos puso varios ejemplos de imágines que han ayudado a datar edificios, hechos de importancia e incluso fiestas, pero a pesar de que él se apoyaba en las imágenes como fuente de información fidedigna, destacó varias veces que siempre hay que contrastar la información y no dar nada por hecho.
También nos mostró el retoque fotográfico que se hacía en la época para publicaciones en revistas con el fin de dar una mejor imagen.
Personalmente me hubiese encantado que la charla hubiese sido más larga ya que me fascinan las fotografías antiguas y más si son fotografías de un lugar que conozco. Y como no, destacar y valorar el gran trabajo de recopilación he ha hecho Juan Carlos.
Sergio Nuevo
Con la pasada charla sobre la fotografía como fuente para la investigación histórica, repasamos una pequeña parte de la recopilación de fotografías realizada por Juan Carlos Navarro, un ciudadano turolense que ha encontrado interesante investigar las fotos antiguas de la capital para que nos podamos hacer una idea real de cómo ha sido nuestra ciudad durante la historia.
Esta charla es una de las que más me ha llamado la atención por una sencilla razón: al conocer el título y el tema sobre el que iba, no me llamó la atención. Conforme íbamos viendo imágenes de la ciudad, sentí que me iba atrapando, pues se trata de sitios concretos que conocemos muy bien y que hace años eran completamente diferentes, tanto estructural como socialmente y ese contraste entre el antes y el ahora tan gráfico, me gustó. Respecto a Juan Carlos, me llamó la atención el cariño que tiene por su colección y el tiempo que dedica a ampliarla y a informarse sobre ella, además tiene una gran capacidad para fijarse en los detalles y no perderse absolutamente nada de lo que revela una fotografía antigua.
Leonor Alcalá
Para mí esta charla es la perfecta combinación de la belleza elevada a su mayor exponente, mediante la fotografía, y el estudio de épocas pasadas: viejas costumbres turolenses, fiestas y celebraciones, la vida cotidiana de nuestra pequeña ciudad... Demostrando así la importancia de la fotografía a la hora de profundizar en la historia de Teruel y su belleza, con la que no podemos tener contacto directo hoy en día, pero por suerte para nosotros ha quedado inmortalizada en, al mismo tiempo, bellas fotografías, que vencen el deterioro del transcurso de los años gracias a personas como Juan Carlos Navarro
Julia García
El pasado jueves recibimos la visita de Juan Carlos Navarro, un prestigioso dibujante y restaurador de antiguas fotografías, que nos mostró con gran entusiasmo una pequeña parte de su recopilación. Para él no ha sido una tarea fácil, ya que requiere un largo proceso de investigación y datación, pero gracias a estas fotografías se ha podido observar cómo era la vida de los turolenses antiguamente y establecer diferencias con respecto al Teruel de la actualidad: edificios destruidos, diferentes decoraciones, así como el cambio radical que ha sufrido una fiesta tradicional como La Vaquilla.
Un aspecto que me llamó la atención fue el uso, de un rudimentario Photoshop, como la técnica del pincel, con el objetivo de embellecer la fotografía.
Personalmente, la visita de Juan Carlos Navarro, tanto a mí como a mis compañeras, nos ha servido de gran ayuda, ya que nos aportó aspectos que podríamos señalar en relación con las ilustraciones para completar en nuestro proyecto de investigación.
Andrea Fidalgo
La visita de Juan Carlos Navarro fue una visita que nos demostró la importancia de una buena investigación y un afán irrefrenable de conseguir la verdad.Con esto me refiero a la gran cantidad de fotografías de Teruel, que ha ido acumulando durante varios años de lugares recónditos y la información buscada de estas, un claro ejemplo, fue relacionado con nuestro proyecto del primer trimestre en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica de Teruel, él ya la había investigado entera, el trabajo de 18 personas hecho por una sola y mucho más ampliada. Pero no solo demuestra su gran labor de investigación, es más laborioso el pos-procesado que llevaba acabo cada una de estas imágenes. Tras encontrar varios imágenes, las situaba cronológicamente, una ardua tarea que en ocasiones no coincidía con la datación del lugar de procedencia utilizando todos los medios a su alcance para la datación correcta.
Ese es el trasfondo que yo encontré en la gran cantidad de imágenes que nos mostró en los escasos cincuenta minutos que como siempre se nos quedan muy justos.Unas imágenes que relatan la historia próxima de Teruel sin palabras, es por ello que toda clase quedó fascinada ante ellas, igual que con la charla de José María Sanz, lugares por los que pasamos a diario y que no paramos a apreciar su trasfondo, en esas fotos que aún ni existían o eran muy diferentes a la actualidad, en esos últimos cinco minutos en los que pasó varias fotos rápidos en las que no podíamos más que echar un pequeño vistazo y con ello ya sabías algo más de Teruel un significado no hacían falta palabras. Pero una de las partes de la charla que en mi opinión más me gustó fue el análisis de algunas fotos en la que se apreciaba una edición de las fotografías con pincel o el cambio de alguna calles de Teruel, sobre todo la calle Ramón y Cajal esa gran calle, que anteriormente era una calle estrecha como la que continúa paralela a esta (Calle Tomás Nougués).
Dar las gracias a Juan Carlos Navarro y su gran esfuerzo y trabajo que consiguió dejar a 18 alumnos boquiabiertos. 
"Una sola fotografía puede cambiar el rumbo de la historia".
Ángel Vicente (1 de marzo)

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