A continuación hablaremos del viaducto viejo de Teruel, citado anteriormente en la siguiente entrada;CONVIVENCIA ENTRE LO NATURAL Y LO ARTIFICIAL.
El viaducto Viejo de Teruel fue un proyecto del ingeniero Fernando Hué de la Barrera, inspirado en el diseño del Acueducto de los Arcos y construido en el año 1929 con la finalidad de unir el casco antiguo de Teruel con la llamada meseta de Pinilla, es decir, el ensanche de la ciudad en dirección Sur y su comunicación con tierras valencianas a través de la carretera Burgos-Sagunto.
Es considerada una de las obras de ingeniería civil más importante de España en su época, de la primera mitad del siglo XX.
Aproximadamente, su construcción tardó siete años, debido a problemas económicos. Se inauguró concretamente el 29 de octubre de 1929 y la calzada se bautizó con el nombre de avenida de la Reina Cristina.
Se buscaba una adecuada ornamentación que, si en aquel entonces ascendía el coste a 18 376 pesetas, hoy superaría la cifra de 230 millones.
En cuanto a su estructura, el viaducto consta de cinco tramos de hormigón armado.
Y por último, respecto a la barandillas, cabe destacar que se trata de un elemento de carácter monumental: tienen 13 dm de altura, en su presencia por el exterior, podemos observar los escudos coronados de España, mientras que en el interior, los de Teruel. Aunque también se pueden ver otros escudos como los de Castilla y León, Navarra, Aragón y Valencia.
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