El 10 de abril tuvimos el placer de entrevistar por teléfono a Arturo Elena, ilustrador de moda que, desde Teruel, escaló puestos hasta llegar a donde está hoy, trabajando para firmas tan importantes como Custo Barcelona o Victorio & Lucchino.
Siendo un tema reciente, ¿qué opinas sobre la nueva legislación francesa que va a controlar el IMC de las modelos?
Pues bueno, que teniendo en cuenta el objetivo de lo que se pretende con esa legislación me parece muy bien que se persiga la salud, pero yo no soy quien como ilustrador para estar muy interesado por la masa corporal de una modelo real. Yo lo que hago es ilustración de moda y la ilustración de moda, es decir, la esencia de la ilustración, sea de moda o sea de lo que sea, es un dibujo creativo. La esencia de ese arte es crear cosas que no son reales, con lo cual las reales no las tengo en cuenta para nada.
Preguntáselo a un fotógrafo a ver qué piensa, o a una madre de alguna chica que esté metida en problemas de anorexia, que es lo que se pretende cortar de raíz con este asunto. Pero vamos, por deciros algo, os he de decir que tengo más de una amiga modelo, comen como limas, o como tres de vosotras, de las que no sufren de ningún tipo de enfermedad de ese tipo. Yo soy una muestra. Yo tengo 57 años y mido 1.92, peso 84 kilos y me tengo que cortar de comer ciertas cosas, porque llega un momento en el que tampoco puedes abusar de la comida. O sea que tan malo es no comer como comer mucho, o comer mal.
¿Crees que tu técnica de rotuladores sobrevivirá al paso del tiempo?
Pues hombre, no lo sé si sobrevivirá. En el momento en el que esté muerto ya me dará igual, yo mientras esté vivo y me gane la vida con ello, con eso ya estaré satisfecho. Luego pues bueno el tiempo decidirá si soy "merecedor" de estar ahí, en la historia de la ilustración. Mientras esté vivo no es algo que me preocupe. Mientras que yo tenga trabajo, es decir, no es que vaya de sobrao pero después de muerto ya qué más me da.
De todos modos tampoco lo veo muy positivo estar pensado que puedas o no formar parte de la historia de la ilustración. Lo que me importa es el hacer cada vez mejor mi trabajo, y creo que eso es precisamente lo que hace que el mundo se fije en ti y te tenga en cuenta, el haber hecho un buen trabajo y un trabajo de calidad, pero en mi terreno y en cualquiera.
¿Cuál es tu opinión respecto al feminismo?
Pues del feminismo como del masculinismo, como del machismo o de cualquier ismo, que suponga una "valoración extrema" de lo que es la virilidad o el machismo o lo que sea, opino que no debería existir. Ni el feminismo ni el machismo. Creo que el mundo debería darse cuenta de que una mujer es otro ser, simplemente con otra configuración física que la de un hombre pero es un ser humano, que cualquier mujer que sea machista pues lo mismo que cualquier hombre. Por muy machote que sea no va a ser más valioso que otro que lo sea menos.
Si no hubieras sido ilustrador de moda, ¿a qué crees que te hubieras dedicado?
Pues creo que es una pregunta que me han hecho más de una vez y una cosa que, con la que me divierto y me he divertido siempre desde pequeño y que creo que debe ser muy divertido también,aunque hace falta un esfuerzo como decía antes para ganarte la vida con ello sería el ser actor. Y yo digo que lo veo divertido porque, poder estar cambiando de personaje, de escenario y todo eso, tiene que ser una maravilla. De todos modos digo que yo lo veo desde una perspectiva exterior a la profesión pero que desde dentro hay que verlo, que no todos los actores tienen un Oscar, no todos trabajan con los mejores y por tanto para ser un buen actor, tienes que relacionarte, hacer un buen trabajo y hacer un grandísimo esfuerzo. Pero vamos, me hubiera gustado mucho ser actor, la verdad, si no hubiera sido esto.
¿Qué piensas de los estereotipos hombre/mujer actuales?
¿Descritos cómo qué?
En el sentido, que tú has recibido muchas críticas por cómo has plasmado a la mujer.
Ah, ¿a esto te referías? La verdad, perdonad por ser seco, pero ahondar tanto en este tema, en la imagen real de un hombre o una mujer... Que yo haya podido recibir críticas a las cuales siempre respondo que, la verdad me sorprenden. Que yo tenga crítica por el trabajo que hago, exponiendo como fondo el tema de la forma física de una modelo o de una persona real, me parece increíble. El mundo yo creo que es inteligente, y que cuando ve un dibujo, está viendo el dibujo, y cuando ve una foto, de una modelo real anoréxica está viendo una foto del mundo real.
Entonces, la ilustración no es el mundo real. Es absurdo que se esté cuestionando mi trabajo y ahondando tanto en él. Parece ser que os preocupa mucho mi relación con el mundo respecto al tipo de imagen que yo creo, de cómo veo el mundo, cómo percibo el mundo, cómo enfoco el mundo. El trabajo que yo hago... Ya está visto, ya sabemos todo el mundo que no todo el monte es orégano, que todo el mundo no es igual de inteligente pero yo quiero pensar que sí. Yo quiero pensar que el mundo cuando ve mi trabajo lo está haciendo como un dibujo. Si yo voy al museo donde está el cuadro de Picasso de La Guernica y veo un toro con los ojos uno arriba y otro abajo, no voy a coger y porque yo soy un torito joven, voy a querer tener un ojo arriba y otro abajo. O cuando veo un muñeco de Pokémon, a Pikachu o alguno de estos, yo no voy a estar con el temor de que mi niño o mi niña quiera ser un Pokémon y quiera ir a cortarle un bracito a un primo para tener seis brazos o cuatro ojos. O que si yo veo una ilustración de Arturo Elena, y yo soy una niña de 16, o de 20, o de 30, o de 50 (que piensa que las hay de esa edad con ese problema), no voy a ver una imagen del cuerpo de Arturo Elena ni voy a querer tener 60 cm de cuello, 2m de pierna o 1m y medio de cuerpo, porque no son personajes reales.
Os he de decir que mi trabajo lo hago partiendo de fotografías reales, que es algo que siempre digo. Yo el trabajo no lo hago de cabeza. Es imposible hacer sombras, luces y perspectivas y que una figura humana, sean cuales sean sus proporciones, quede armónica, sin tener una imagen real delante. Está demostrado, en las escuelas de Bellas Artes, que para coger dominio de la figura se parte de un cuerpo real que está en el estudio, y se van haciendo figuras, la gente con su estilo, en el lienzo o en el papel.
Yo cojo y por divertimento hago los personajes partiendo de una imagen real. Quiero decir, yo los estilizo, pero en las imágenes que parto, en ninguna hay una chica anoréxica, porque yo tampoco las quiero hacer anoréxicas; yo las quiero hacer excesivamente alargadas. Entonces, insisto, me he extendido tanto para que quede claro que este tema no me interesa en absoluto.
Al comenzar, ¿te imaginabas que llegarías tan lejos como has llegado?
No, y creo que quien empiece pensándolo... Bueno, puedes tener ilusión. Yo lo que recuerdo es que tenía ilusión por poder llegar a estar en el trabajo. De momento ya me sentía satisfecho, a los 19 años al tener ya un contrato en una empresa para trabajar como asistente de diseño, que es un paso antes de ilustrador de moda, que es lo que más te apetece. No depender de mis padres, estar en Barcelona... Estaba encantado de la vida y no pensaba ni querer ser un súper diseñador que siempre tiene poco tiempo, ni tener una posición mejor, ni nada.
El llegar a donde estoy, que para mí tampoco estoy en la meta o en el techo de mi carrera... Yo de momento pienso en mantenerme.
¿Alguna vez has deseado haber permanecido en el anonimato?
Bueno, no creas, tampoco soy tan personna. O sea, mi trabajo es muy conocido en todo el mundo, pero personalmente, físicamente, no me reconocen. La gente sí que me dice que tengo que dejarme ver, estar en los sitios, en Instagram, en Facebook...Me dicen que a la gente le gusta verte; así estás diciendo al mundo, "mira esta firma o tal otra me tiene tan en cuenta que me invita a esto o a lo de más allá". Pero no es una constante, no estoy presente en todos los sitios, básicamente porque no puedo, porque a veces el trabajo lo impide o porque vivo en Zaragoza y a lo mejor me invitan a Madrid y no puedo.
Por ejemplo, el miércoles voy a ir con un amigo porque es encantador e inaugura un nuevo taller y quiero apoyarle. Pero tengo que ir, sobre todo cuando es una firma para la que estás trabajando que te invita, te paga los gastos...
Igualmente, como no salgo habitualmente en estos eventos, hay mucha gente que no sabe quien soy. Habitualmente voy por los sitios y veo que aún puedo disfrutar de cierto anonimato.
Además, a mí me conoce la gente que está metida en este mundo o que le gusta. Pero hay mucha gente que, por ejemplo, no sabe la diferencia entre un diseñador y un ilustrador. Y vamos, voy a comprar y la gente ni me señala ni nada, y desde luego es de apreciar; el no estar bajo esa presión.
¿Hay algún diseñador para el que prefieras trabajar especialmente?
No tengo uno en concreto, tengo muchos. Además, tener en cuenta que me debo a los clientes, entre los cuales se encuentra más de un diseñador. Decir uno en concreto sería, de algún modo, menospreciar a los otros... Claro, de mis preferidos, pues: Tom Ford, Yves Saint Laurent (que ha fallecido), y bueno, Valentino, Gucci, y muchas marcas. En España también, a Victorio & Lucchino, les estaré agradecido toda la vida porque fueron casi mis padrinos, Angel Schlesser... pero luego están diseñadores como Antonio Burillo (que además es paisano y está en un auge absoluto). Es de las pocas firmas españolas que tiene gran repercusión internacional, y no lo ha hecho en plan bombazo, actrices están usando su ropa... Pero vamos, que al final te das cuenta que en España no hay ninguna firma "de Hollywood" como lo es Chanel, que viste a gente como Jennifer Lawrence, Taylor Swift etc.
Pero bueno, que no me gusta una firma en un concreto; me gustan muchas.
Para ti, ¿qué es la belleza?
Bueno, la belleza....Hay un diccionario que la define perfectamente. Sobre gustos no hay nada escrito. La belleza para cada persona está en diferentes parámetros. Es decir, lo que para ti puede ser una cosa bella, para otra persona es indiferente o puede no encontrarlo siquiera atractivo. Pero bueno, obviamente para mí, teniendo en cuenta mi trabajo, la belleza está por ejemplo en los cuadros de pintores clásicos como Velázquez, Raphael Mengs o de ilustradores como René Gruau o Stefano Canulli.
Para mí la belleza estaría en el escalofrío que me entraba cuando veía un cuadro de alguno de estos pintores clásicos que os decía, como Velázquez por ejemplo, donde de lejos estás viendo un tul, un encaje de terciopelo, o un metal o lo que sea, y te acercas y te das cuenta de que realmente solo son dos o tres pinceladas magistrales para conseguir una transparencia; para conseguir los brillos de una piedra preciosa o un metal. Para mí aquello lo era todo: belleza, maestría y un algo por lo que siempre he tenido respeto.
Pero eso, que yo creo que la belleza puede estar para cada cual en varios factores, que no son los mismos para todo el mundo. Depende de la perspectiva con lo que lo vea cada uno, de lo que haya vivido etc.
Damos las gracias a Arturo Elena por concedernos media hora de su tiempo y explayarse tanto en sus respuestas, por no negarse a contestar a ninguna de las preguntas que nos habían surgido.
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