Durante el transcurso de los años, el ámbito académico de nuestras vidas nos ha llegado prácticamente establecido. Realmente es en 2º de Bachillerato donde comenzamos a tomar las primeras decisiones trascendentales en la vida. La interacción de dichas determinaciones con la suerte individual de cada uno, constituirá nuestro futuro. Si hay algo que permanecerá inmutable a lo largo de nuestro camino, son las dudas e inquietudes, que ralentizarán el proceso de elección pero, al mismo tiempo, ampliarán nuestros horizontes y posibilidades. En numerosas ocasiones, el impacto de la cruda realidad con el mundo idílico que solemos plantearnos a la hora de tomar decisiones, nos hará sentir frustración e impotencia, pero aportará objetividad y madurez a nuestros próximos actos, hasta tal punto, que llegará un momento en que la realidad y nuestras pretensiones configuren una misma línea. Finalmente, durante la evolución de nuestras vidas, lo verdaderamente importante reside en la felicidad que nos otorga desempeñar el papel que deseamos en la sociedad y en aprovechar al máximo todas y cada una de las experiencias enriquecedoras que se nos ofrecen.
Julia García
Muchas son las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida y muchas otras se nos imponen sin nosotros haber deseado eso.
Cuando tenemos la opción de elegir algo hay gente que en seguida sabe lo que quiere, desde el primer momento ya tiene en su cabeza una imagen, no mil.
Otros, en cambio, somos unos indecisos, nunca sabemos qué camino escoger de todas las posibilidades que se nos aparecen.
En este caso, no es elegir una muñeca, ni una mascota, ni un libro. En este caso, elegimos parte de nuestro futuro, damos un paso considerable hacia lo que vamos a ser, a lo que vamos a trabajar.
Desde pequeños tenemos sueños, pues nos preguntan qué queremos ser y les contestamos: “veterinaria”, “yo, princesa”, “quiero ser astronauta”, “pues yo presidenta”... pero con el paso del tiempo maduramos, y uno que quería ser astronauta, al final decide hacer astrología, la que quería ser princesa acaba siendo azafata, enfermera, profesora... Después de selectividad daremos un gran paso y algunas personas aun no tienen seguro lo que quieren estudiar ¿criminología?, ¿derecho?, ¿astrología? ¿y si estudio artes escénicas? Pero sería tan bonito salvar animales... ¿y qué me dices de estar rodeada de libros toda tu vida?
No soy la más indicada para decir que tenemos que decidir ya, pues hay mil cosas que quiero hacer, y mil más que quiero saber. Es verdad que nos tenemos que decantar por algo, para poder estar estudiando eso durante cuatro años (por lo menos), por lo que hay que elegir algo que verdaderamente nos apasione, algo que nos dé cosquilleos en el estómago y, aparte, podemos leer libros de astrología, o podemos trabajar en un zoológico y podemos también hacer fotografías y audiovisuales si ese es nuestro hobby.
Aunque vayamos a estudiar una carrera concreta, no tenemos por qué dejar todo lo demás. Todo se puede complementar, todo se puede hacer, si es lo que de verdad quieres.
Tamara Pérez
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