- ¿Cómo y cuándo te entró la vocación de la fotografía?
- Desde muy pequeño, hice un curso en Albarracín de
fotografía con 12 años.
Con 22-23 mis padres me trajeron una cámara réflex de
Canarias cuando acabé la carrera, hasta entonces usaba cámaras compactas que
daban poca calidad.
Luego no he hecho a penas cursos de fotografía, he sido un
poco autodidacta, aprendiendo en libros y DVDs que compraba y por supuesto en
vídeotutoriales de Internet.
- ¿Cómo la has combinado con tu trabajo de profesor?
- Lo compagino muy buen porque aprovecho mi afición de la
fotografía, con las clases del instituto. Durante muchos años di una asignatura
llamada cultura audiovisual y en ella enseñaba a los chicos a hacer fotos y
editarlas con Photoshop. Además disparo muchas fotografías cuando voy a viajes
de estudios con mis alumnos.
- ¿Qué y quiénes te
influyeron? ¿A qué fotógrafos admiras?
- En aquella época no conocía a ningún fotógrafo importante
y con la práctica fui aprendiendo. Hoy día conozco a muchos fotógrafos como
Robert Capa, Doisneau, Henri Cartier Bresson…
- ¿Cuáles son las imágenes que más te gusta tomar?
- Me gusta mucho los paisajes porque no se esconden a la
hora de fotografiarlos, también me gustan las fotos macro con insectos
(mariposas, libélulas…). Hacer retratos a la gente, a los alumnos y luego
editarlos. Y también las fotos robadas…, soy un cazador de instantes.
- ¿Crees qué todos
podemos hacer buenas fotografías con los actuales programas de edición de
fotos? ¿Qué opinas sobre ellos?
- Creo que sí, hoy día con los móviles se pueden hacer fotos
muy buenas, no hace falta una cámara cara; además con el photoshop u otros
programas similares como PhotoScape se pueden editar con un poco de gusto y
paciencia fotos muy chulas e impactantes. Lo que si que es importante es tener
una mirada fotográfica, pensarlas un poquito antes teniendo en cuenta unas
normas básicas como la regla de los tercios,la sencillez, la simetría, los
trampantojos…
- ¿Has hecho alguna exposición? ¿Cuáles y donde?
- He ganado un par de concursos provinciales y he
participado en algunas exposiciones colectivas de la Sociedad Fotográfica
Turolense, a la cual pertenezco desde su fundación.
-¿Qué nos puedes
contar a cerca de tus libros? ¿Qué te movió a hacerlos?
- El primero Réquiem por la estación de Caminreal es un
reportaje sobre la estación de mi pueblo, y quería recoger las voces de lo que
la gente mayor me contaba sobre ella. Me lo publicó el Instituto de Estudios
del Jiloca. Respecto a Travesía
del Neflibata surgió a partir de unas diapositivas que le enseñé a
Ignacio Perruca, el me propuso escribir un relato para acompañar a las
imágenes. Todas eran fotografías que yo había tirado entre finales de los
ochenta y principios de los noventa en el entorno de Caminreal.
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