El viernes pasado creímos que había venido una de esas mujeres en persona, doña Mª Dolores Romero, una burguesa muy adinerada que decidió construir una serie de edificaciones como el colegio de San Nicolás, en Teruel, para así los niños de los pueblos y de la provincia tener la suerte de poder dar clase. Sin embargo, enseguida descubrimos que no era una de las burguesas de la época modernista, sino una compañera de nuestros profesores que se puso la indumentaria propia de ese período (gafas incluidas) y se hizo pasar por la estimada Mª Dolores Romero por muchos ya olvidada, por otros completamente desconocida.
Hay diversas opiniones que se tienen de estas señoras que decidieron soltar algo de su dinero para hacer buenas obras. Muchos las ensalzan, muchos otros las critican, pero en verdad nunca sabremos lo que se les pasó por la cabeza a la hora de realizar estas obras cristianas (así llamadas antiguamente), por lo que en verdad no deberíamos juzgarlas, ni para bien, ni para mal. Fueron mujeres que hicieron una buena obra, ya fuera para ir al cielo, para salir en los periódicos y demostrar su “alma cristiana”, para sentirse bien, para intentar que los niños tuvieran una cierta educación, para que los pobres tuvieran por lo menos algo para llevarse a sus bocas... y a saber que más cosas se les pasarían por la cabeza. El caso es que aun quedan restos de su gran labor, pues los edificios dejan huella, así como la memoria de la gente. Por ello, a algunas de esas mujeres caritativas se les recuerda y se les llora su muerte.
Tamara Pérez
El pasado viernes recibimos la visita de Dolores Romero (Carmen García), que llevando una vestimenta acorde nos trasladó a la sociedad del siglo XIX, una época marcada por crisis económicas y enorme pobreza.
Dolores Romero fue una de las mujeres adineradas que intentaron cambiar el panorama de aquella época realizando obras de caridad. Crearon instituciones para ayudar a los más necesitados, entre los que destaca un comedor social que acogía a más de un centenar de personas, así como El Hospital de Maudes en la Comunidad de Madrid. Estas aportaciones, en principio benefactoras, tenían un objetivo: ganar prestigio entre la sociedad y que el nombre de estas mujeres fuera recordado. Sin embargo, ya sea por egoísmo o caridad estas mujeres han jugado un papel muy importante en la sociedad, ya que fueron las pioneras en crear instituciones de carácter humanitario, aunque en la actualidad no se les esté dando la importancia suficiente.
Andrea Fidalgo
Generalmente son los hombres los que han pasado a la historia por sus actos, sus investigaciones o sus obras artísticas. Sin embargo, como dice el refrán “detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”, esto es lo que Dolores Romero, personificada por Carmen García, nos vino a demostrar el pasado viernes en una charla muy inusual, pero que seguramente no hará que olvidemos el concepto de mujer modernista, una mujer que bien por prestigio o bien por exceso de dinero contribuyó al desarrollo de un privado y benéfico Estado de Bienestar en España.
Carmen García llegó a la clase vestida con las mejores galas de doña Dolores Romero y consiguió trasladarnos a todos a otra época, el Teruel de principio del siglo XX. Poco a poco fuimos descubriendo a esa mujeres burguesas, sus obras y sobre todo el trabajo que habían hecho para “ganarse una parcela de cielo” que nosotros ahora les negamos en la Tierra olvidando su figura y su labor social. Hemos olvidado el trabajo realizado para dar de comer a los indigentes, construir hospitales, como el de Cuatro Caminos en Madrid o colegios, como el de San Nicolás de Bari.
Podemos tachar a estas mujeres de hipócritas, que solo se preocupaban de ganar prestigio social, pero consiguieron hacer del mundo un lugar más justo y mostrar a la clase obrera una nueva realidad de pan y educación. Yo solo puedo preguntarme: ¿Qué sería del mundo y del Estado de Bienestar si estas mujeres no hubieran existido?
Pablo Edo
En la charla que tuvimos sobre las mujeres viudas, sin hijos, adineradas y benefactoras de la edad moderna fuimos situados estupendamente en la historia, pues quien la impartió, la profesora Carmen García, apareció vestida tal y como debían vestir esas mujeres en su época, especialmente como lo haría María Dolores Romero, que fue la figura fundamental de la charla.
En general, todas esas mujeres tenían en común esas grandes cantidades de dinero heredadas, que sumadas a su viudedad y que no tenían hijos, se hacían inmensas para ellas. Por ello y porque además eran grandes devotas de Dios, lo utilizaron en la caridad. Aún hoy no podemos saber si lo hicieron desinteresadamente o si buscaban reconocimiento (en los periódicos solían aparecer las personas que hacían donaciones, y eso aumentaba la reputación) o incluso lo hacían para ganarse una parcela en el cielo. En cualquier caso debemos agraceder que esas mujeres se molestaran en cambiar la vida de mucha gente pobre y muy necesitada, hicieron una gran labor. María Dolores Romero, turolense, colaboró con la sociedad de Teruel creando el colegio de San Nicolás, y con la de Madrid, construyendo el hospital de Maudes.
Solo unos pocos recuerdan aún el nombre de algunas de estas mujeres ricas, pías y entregadas a la sociedad, pero está bien que en charlas como esta las podamos conocer nosotros y valorar sus buenos actos.
Leonor Alcalá
La charla del pasado viernes ha sido ante todo iluminadora, ya que desconocía completamente la labor desinteresada de muchas mujeres que ha conseguido la construcción de instituciones para la ayuda de personas que lo necesitan. Una vez más se demuestra la ambición femenina, la bondad poderosa y nuestras ganas de cambiar las injusticias sociales, las cuales hemos vivido de primera mano. Esto, en vez de llenarnos de odio nos ha impulsado en la construcción de otro camino para la sociedad.
Julia García
La charla que recibimos acerca de las labores que realizaron algunas mujeres modernistas en nuestra ciudad por parte de Carmen García, profesora del centro, que interpreta a Dolores Romero desde hace unos años en la fiesta celebrada al modernismo en Teruel, fue muy interesante ya que, como al igual que la mayoría de mis compañeros y mucha gente de Teruel desconocemos y no apreciamos la importancia que tuvieron estas mujeres, pues muchas cosas que hoy podemos admirar en Teruel son gracias a ellas. Dolores Romero tuvo gran importancia en Teruel, creó el colegio de San Nicolás además de otras labores sociales y hoy podemos observar una calle con su nombre, aquellas personas que tuvieron la oportunidad de conocerla afirman su solidaridad y agradecen su colaboración y ayuda. A pesar de residir en Madrid, ciudad donde construyó el Hospital de Maudes, adoraba venir a Teruel de vez en cuando.
Debemos agradecer a todas aquellas personas como Carmen García la labor que realizan investigando y haciendo todo lo posible para que los ciudadanos de Teruel podamos conocer más acerca de nuestra ciudad en el pasado y nos lo hagan ver de forma tan agradable como la fiesta del modernismo o incluso las bodas de Isabel de segura las cuales hacen que la ciudad de Teruel obtenga cada vez algo más de fama.
Elena Navarro (26 de enero)
Durante el pasado siglo hubo
muchas mujeres que aportaron su tiempo y su dinero en ayudar a los más
necesitados. Estas pioneras caritativas que se preocupaban por ayudar a los
pobres y necesitados promovieron el cambio del panorama de su época intentando
mejorar la sociedad que había a su alrededor. Pero su verdadero objetivo no es
muy claro ya que no sabemos a ciencia cierta si estas ayudas eran un acto de
caridad o una forma más de ganar prestigio social. Entre estas mujeres cabe
destacar a Dolores Romero, la cual interpretada por Carmen García Royo nos
mostró la sociedad de su época y la labor de mujeres que como ella ayudaron a
mejorar la sociedad de aquella época. La impecable labor de estas mujeres a lo
largo de los años no ha sido tenida en cuenta a pesar de su dedicación por los
desfavorecidos.
Samuel Ortiz (29 de enero)
Tal vez por la falta de atención que siempre se ha tenido hacia la figura femenina o por el poco interés que muestra, generalmente, la gente por la historia de su propia ciudad, sea que casi nadie por no decir nadie de los alumnos que estábamos en el aula escuchando a Dolores Romero éramos conscientes de la importancia que tuvo la mujer modernista, lo que lucharon e influyeron para que hoy en día las cosas sean como son, o más bien, para que cambiaran en ese momento y gracias a ello repercuta en nuestros días. Hizo hincapié en tres personas principalmente, extendiéndose más, por supuesto, en su personaje. Una de las cosas que más me impactó era el pasotismo que mostraban los de ahí arriba ante la falta de infraestructuras en la ciudad, tanto que llegó a un punto en el que estas mujeres luchadoras donde las haya, tuvieron que echar mano de su bolsillo y contribuir con muchísimo dinero para que determinados hospitales o colegios pudieran llegar a construirse, y todo esto, por el bien de la población. Solo me queda agradecerles lo que hicieron en su día, porque no dudaron un segundo en ayudar, y sobre todo, admirarles por ello.
Irene Torán (29-I)
El anterior viernes vino a darnos una charla Mª Carmen, una docente del centro, caracterizada como Dolores Romero quien fue una mujer de relevancia tanto en Teruel como en Madrid por sus numerosas obras benéficas y construcciones financiadas por ella misma.
Más que una charla yo la consideraría una clase ya que nos dio un guion para seguir la exposición y lo que hizo fue explicar lo que hicieron dichas mujeres modernas. Nada más comenzar la exposición nos situó en un contexto histórico y prosiguió explicándonos las obras de beneficencia que habían hecho destacando los principales edificios que construyeron con la función para que fueron creados y cómo están en la actualidad, toda la exposición iba acompañada de imágenes de época que la hacían más dinámica y amena. Después de contextualizarnos nos presentó al personaje que ella daba vida contándonos sus obras de caridad, la importancia que tuvo en Teruel y nos explicó la representación de época que hacían en el centro de Teruel conmemorando aquella época de principios del siglo XX.
Sergio Nuevo (1-II)
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